Zidane y Florentino le cerraron la puerta, pero Mou quiere que vuelva
El jugador busca volver a rendir al mejor nivel
Hace menos de un año que Christian Eriksen se despedía del Tottenham, el club que le había hecho crecer y dar su mejor nivel, pero del que acabó saliendo por la puerta de atrás. El danés, quien siempre ha sido considerado entre los jugadores más talentosos de Europa, buscaba cambiar de aires y también, como él mismo llegó a reconocer, un club en el que pudiera satisfacer de verdad sus ambiciones, quería ir a un equipo ganador. Sus últimos días en Londres fueron una odisea, mientras los mejores equipos del continente especulaban sobre cuál sería su destino. Finalmente acabó aterrizando en el Inter de Milán.
Sin embargo, lo lo que en principio parecía uno de los mejores fichajes que podía hacer Conte, pues venía con el cartel de superestrella y muchas ganas, al final se ha desinflado hasta un punto en el que, sin haber llegado a cumplir el año en Italia, ya se estaría planteando su salida.
En el Tottenham lo jugaba todo, era pieza clave y decisiva hasta tal punto que su valor de mercado llegó a alcanzar los 100 millones de euros, pero desde ese entonces, y sobre todo desde que comenzó su periplo en la Serie A, el internacional danés no ha hecho más que devaluarse.
En su día llegó a sonar muy fuerte para el Real Madrid, pero por aquel entonces, tanto Zinedine Zidane como Florentino estuvieron de acuerdo en que la decisión correcta era que el astro escandinavo no aterrizase en Chamartín. No le veían hueco en el equipo y, visto lo visto, acertaron de pleno con su decisión.
Su papel en el conjunto italiano ha descendido tanto que ya es raro ver un partido en el que juegue de titular, y mucho menos que aguante sobre el césped los 90 minutos. Sin embargo con su selección parece el de siempre, sigue jugando y anotando (4 goles en los últimos 6 partidos). Este puede que sea el rayo de esperanza que ha visto Mourinho y que le ha empujado a intentar su vuelta.
El míster portugués está seguro de que puede recuperarle, y para traerle de vuelta tiene que convencerle de que estaría volviendo a un proyecto ganador.