Bellingham, harto, pide la cabeza a Florentino Pérez por el bien del Real Madrid
El internacional inglés le pide a Florentino que no siga un año más en el Real Madrid

La tensión es palpable en el vestuario del Real Madrid, hasta el punto de casi poder cortarla con un cuchillo. Es evidente que la situación actual no acompaña, y los resultados cosechados recientemente son de todos menos positivos. La victoria contra el Getafe no ha calmado las aguas ni los ánimos, y el riesgo de cerrar el año sin celebrar ningún trofeo es mayúsculo. La derrota ante el Barça en la Copa solo deja opciones al Real Madrid en la Liga EA Sports y que, ahora mismo, es casi una quimera. Una misión imposible para los de Ancelotti.
En medio de este clima de guerra, hay dos jugadores que tuvieron su más y sus menos antes de Semana Santa en entrenamiento del equipo. No llegaron a las manos porque acabaron mediando varios jugadores que evitaron un mal mayor a la tensa situación que se estaba viviendo en aquel momento.
Bellingham pide que se deshagan de Rüdiger
El central alemán ha pasado de ser considerado como el mejor central del planeta a cometer muchos errores, y verse eclipsado incluso por el joven Raúl Asencio. También ha sufrido algunos problemas físicos que no le han ayudado, y las críticas le han afectado. Además, hay mal ambiente entre algunos pesos pesados de la plantilla, y así ha quedado comprobado con la trifulca que el alemán tuvo hace unas semanas con Jude Bellingham durante un entrenamiento.
Según se ha podido conocer, intercambiaron más que palabras, y los ánimos se fueron calentando, hasta casi llegar a las manos, obligando al resto de presentes a intervenir, para evitar que todo pasara a mayores. De nuevo, el carácter chulesco del canterano del Birmingham City, que ya le ha traído más de un problema a lo largo de esta campaña, generó un problema que tuvo que ser resuelto rápidamente, y que deja claro que el vestuario del Madrid es un polvorín.
La final de Copa no ha sanado las heridas
La derrota de ayer ante el Barça no ayudo a serenar los ánimos entre ambos futbolistas. Que siguen enfrentados y sin hablarse el uno contra el otro. Ayer coincidieron en la trifulca escandalosa de lanzamiento de objetos al colegiado desde el banquillo y que terminó con roja directa para ambos. El que se lo tomó más mal fue el alemán, que tuvieron que separarlo entre varios miembros del banquillo. Bellingham no estaba. La relación está rota y todo apunta a que la relación es irreconciliable. Este hecho ha desencadenado que Jude pida la cabeza de Rüdiger a Florentino.