Endrick empieza a tener mala fama en el vestuario del Real Madrid

El rendimiento del brasileño y su comportamiento lo están llevando por mal camino en el Madrid

Endrick empieza a tener mala fama en el vestuario del Real Madrid

Endrick no está teniendo un debut soñado con el Real Madrid. El brasileño llegó el pasado verano al Santiago Bernabéu por 60 millones de euros y, a pesar de su temprana edad, de solo 18 años, fue una de las peticiones de Florentino Pérez, que se enamoró del joven delantero y creía que podría marcar una época vestido de blanco. Sin embargo, la situación está siendo otra.

El futbolista no está teniendo minutos con Carlo Ancelotti, ya que no entra en los planes del técnico italiano. Aunque el presidente le ha pedido que juegue más, al entrenador blanco no le gusta el juego del brasileño y también cree que no se esfuerza lo suficiente. Además, tiene problemas en el vestuario, ya que algunos compañeros le acusan de contarle todo lo que pasa a Florentino.

Endrick, con fama de chivato

De hecho, el jugador es uno de los favoritos del máximo mandatario blanco y tienen buena relación, por lo que Endrick siempre ha intentado contarle todo lo que pasa en el vestuario porque cree que así podrá continuar muchos años en el Madrid. No obstante, quien hace las alineaciones es Ancelotti y el italiano no está convencido ni con su rendimiento ni con su esfuerzo, por lo que no juega.

Endrick - Gtres

Contra el Getafe, el brasileño se quedó sin jugar de nuevo y el técnico del conjunto madrileño fue contundente con su suplencia, asegurando que tenía que trabajar más para ganarse los minutos. Y es que en los últimos nueve partidos, se ha quedado en el banquillo sin jugar en seis ocasiones, y cuando ha entrado al terreno de juego, no ha superado ni los 20 minutos sobre el campo. 

Ancelotti lo quiere fuera

Ancelotti ya le ha dicho a Florentino Pérez que quiere al delantero fuera en el mercado de invierno. No lo va a poner más porque ve que no se esfuerza en los entrenamientos y no hace lo suficiente para cambiar el rumbo de su destino. El italiano no lo va a hacer jugar por el simple capricho del presidente y el brasileño sabe que tendrá que buscarse un nuevo equipo para poder tener minutos.