La expulsión más absurda de la historia del fútbol español. Pasó en Segunda
El VAR entró en escena para desdecir al árbitro. Lo que pasó luego es historia del fútbol
El Var está dando mucho que hablar en el fútbol. No solo en España. La polémica es a nivel mundial. En Inglaterra llevan un año complicado con el video arbitraje. Los fueras de juego están siendo revisados y pitados por centímetros. Ya hay detractores. Pero desde España se dice que en Inglaterra funciona mejor. Mourinho no dice lo mismo. Ayer al Tottenham, que acabó ganando al City de Guardiola, les pitaron un penalti a los dos minutos de cometerlo. En España ayer el Var cambió una decisión al árbitro… ¡cuando el jugador estaba en la ducha!
El partido entre el Fuenlabrada y el Girona transcurría en la normalidad. El equipo madrileño perdía 0 a 1 cuando el colegiado del encuentro, Isidro Díaz de Mera, expulsaba a Cristóbal por una fea entrada sobre Álex Granell. El trencilla del encuentro no se lo pensó dos veces y acabo expulsando al jugador por, lo que él consideraba, una violenta entrada.
El medio centro del equipo de Fuenlabrada ya estaba en el vestuario cuando al colegiado la sala Vor le ordenó que revisará las imágenes. La falta era dura, pero no había contacto con el jugador del Girona. No podía ser sancionada como conducta violenta. El colegiado mandó llamar al jugador y le mostró tarjeta amarilla. Podía seguir jugando.
La acción podría haber quedado ahí y ya sería surrealista. Eso no fue todo. La última vez que pasó algo igual hay que remontarse a Pele cuando en un partido el arbitro le hizo llamar de los vestuarios para retirarle la tarjeta roja. La presión de la grada era tal que si no no hubieran podido continuar el partido. En este caso no había Var, tan solo sentido de la supervivencia.
Cristóbal, el jugador que había sido expulsado, salió y lo primero que hizo fue encararse con Granell por haber fingido contacto. La tangana fue breve pero intensa e Isidro Díaz de Mera no dudó. Tarjeta amarilla para ambos… y era la segunda para el medio centro del Fuenlabrada. Ahora sí, expulsado.
La grada no entendía nada. Expulsado dos veces en 4 minutos. Absurdo, kafkiano. El propio jugador se iba desesperado de nuevo a la ducha. Si bien es cierto que no fue inteligente al ir a provocar a Granell que le estaba esperando.
Debemos acostumbrarnos a este nuevo fútbol. Aunque nos cueste. Qué remedio. Es el Var el que todo lo sabe. O eso creen.