Tras Son Moix y Gran Canaria, en Valdebebas hay despedida exprés: costó al Real Madrid 30M

Tras Son Moix y Gran Canaria, en Valdebebas hay despedida exprés: costó al Real Madrid 30M

Sus oportunidades de triunfar en el club blanco eran escasas; el club suelta lastre

El Real Madrid hace tiempo que había claudicado en su intento (y esperanzas) de recuperar la inversión realizada con una de sus grandes apuestas; también lo habían hecho desde Valdebebas con la vía de sumarle al grupo, a la primera plantilla, y eso que el inicio del curso en Son Moix y Gran Canaria ha sido calamitoso, de modo que sin mercado y hueco, en la entidad de Concha Espina solo tenían una opción, el préstamo, que es justo lo que va a darse con el crack que no fue. Otra vez.

Hasta tres oportunidades de primer nivel; todas infructuosas

Reinier Jesús llegó al Madrid al calor de los fichajes, del todo exitosos, de Vinicius Júnior y Rodrygo Goes -ambos (al menos de forma oficial) por 45 millones de euros, una cifra que como mínimo ya se duplica en el mercado de fichajes- y es por ello que los blancos, confiados, pagaron 30 millones de euros por él a Flamengo, como hicieran con el de São Gonçalo. Pero Reinier resultó algo muy distinto al extremo y mucho más diferente al crack con el que lo comparaban en Brasil, Kaká.

Borussia Dortmund, Girona y Frosinone son las tres opciones que ha tenido el jugador sudamericano para mostrar su clase y en ninguna de ellas, salvó timidísimos fogonazos, lo ha hecho. De ahí que Carletto ni lo considerara para la gira por Estados Unidos; de ahí que ahora apunte a una nueva cesión, esta vez a un equipo de Segunda División, el Granada.

Situación desesperada

Lo cierto es que la vía nazarí es esperanzadora para Reinier dadas las circunstancias, ya que no hay equipo de Primera División que haya apostado seriamente por su participación y el futbolista necesita jugar, y dado que tenía la esperanza de al menos hacer la pretemporada con el primer equipo, pero Carletto se la negó, esta es el camino que le queda. En Madrid no se cuenta con él, tiene contrato hasta 2026 y necesita minutos, siendo el descenso de categoría lo único que se amolda su desesperada situación. Lo que es seguro es que, a sus 22 años, la oportunidad de Los Cármenes, en Segunda, es prácticamente la última que le queda dado el descenso progresivo, año a año, en su situación.