El Barça le echó e Ibrahimovic le remató: ‘el nuevo Messi’, en el hoyo

A pesar de haber sido una de las joyas más prometedoras del panorama europeo hace varios años, Alen Halilovic se encuentra actualmente sin equipo tras unas últimas experiencias sin apenas continuidad. El habilísimo extremo zurdo llegó al filial de FC Barcelona en 2015 y tras completar un año espectacular, dio el salto al primer equipo, donde tuvo muy poca participación con Luis Enrique como entrenador.

Tras pasar por innumerables equipos desde aquel entonces, el jugador llegó a Milán la temporada anterior, donde ha pasado totalmente desapercibido -sobre todo a ráiz de la llegada de Zlatan Ibrahimovic- hasta quedarse actualmente sin equipo. Pese a ser uno de los jugadores que, por cualidades, más expectativas despertó entre los principales equipos europeos y aficionados al fútbol, no ha terminado de perfeccionar sus virtudes, pero, por el contrario, sí que ha exaltado sus defectos. Uno defectos que le han terminado lastrando y enviando a la agencia libre, como si de la NBA se tratara.

A día de hoy no ha encontrado vinculación con ningún club de su interés y tendrá que seguir buscando si no quiere pasar a la historia por ser uno de los jugadores con una de las carreras deportivas más efímera. Aunque su situación actual es totalmente deplorable, en sus primeros años, cuando llegó a España procedente del Dinamo Zagreb, mostró unas condiciones que dejaban entrever que podría ser un jugador con la misma proyección que Lionel Messi: una auténtica utopía.

Por condiciones físicas sí que podría compararse con el astro argentino, pero poco más. Cuando un jugador atesora grandes cualidades pero en su cabeza no tiene la misma ambición y deseo de progresar, te ocurre algo como lo que le ocurrió al croata. Una carrera venida a menos que ha terminado con un chico de 24 años que sabe jugar muy bien al fútbol esperando la llamada de algún club mientras ve los partidos por la televisión.

No obstante, como se ha mencionado previamente, aún es un jugador muy joven que, si cambia mentalmente su chip, puede retomar la confianza suficiente para retomar su carrera futbolística y quién sabe si podrá recuperar la versión que hizo que los mejores equipos de Europa se pelearan por su traspaso hace más de cinco temporadas.