Reabierto el culebrón con Zidane y Koeman: Conte le deja ir en verano

Fue uno de los grandes culebrones que rodearon a varios de los clubes más prestigiosos del Viejo Continente, aunque, finalmente, el genial futbolista aterrizó en Milán. Sin embargo ahora su situación en el Inter ha hecho que, a un paso de cerrar una ventana de fichajes invernal bastante anodina, vuelva a hablarse y abrirse de par en par la posibilidad de verle en la liga española la próxima temporada, donde Real Madrid y FC Barcelona son dos de los equipos que preguntan por él.

Y si había dudas acerca de la calidad de Christian Eriksen en el Giuseppe Meazza estas se desprendieron de golpe y porrazo con el tanto del danés en el tramo decisivo del derby della Madonnina ante el AC Milan ayer en la Copa italiana, donde el ex del Tottenham logró el segundo y a la postre definitivo gol de su equipo ante un cuadro rossonero combativo pero que cedió su plaza en semifinales frente al eterno rival capitalino, por obra y gracia del mediocampista.

Sobre ello y pese al decisivo gol, la situación de Eriksen con respecto a su entrenador en la disciplina nerazzurra no ha variado mucho, de hecho sigue siendo igual de prescindible que hace dos días; solo que ahora, al menos, puede volver a ir entrando con más protagonismo en el equipo y, quien sabe, quizá termine jugando minutos de calidad en un equipo que se aferra a los dos títulos que le quedan, el Scudetto y la Copa, ambos en suelo italiano.

Y tampoco es un secreto que el centrocampista, si puede negociar su salida en verano, quiere jugar en LaLiga, donde podría recalar en el Real Madrid de Zinedine Zidane o en el FC Barcelona de Ronald Koeman, curiosamente una situación similar a la de su compañero Lautaro Martínez, que ha sonado para ambas escuadras. En ambos clubes tiene cabida su talento e incluso también se ha hablado del Atlético de Madrid, siempre pendiente de encontrar un motor en la medular que bien podría ser el vikingo. Veremos cómo le va al volante en lo que resta de temporada pero parece que Conte y él han hecho un pacto de no agresión hasta el verano; donde separarán definitivamente sus caminos, para bien del míster, el jugador y la escuadra milanista.