Se arrepiente de ir con Cristiano Ronaldo (y sonó para Barça y Madrid)

Dejan Kulusevski fue una de las grandes revelaciones de la Serie A la temporada pasada, si no la mayor. Porque el Parma apostó por él, y consiguió su cesión por un año, ya que no entraba en los planes de Gian Piero Gasperini, técnico del Atalanta, club que poseía sus derechos. Allí, había asombrado en el equipo Primavera, es decir, el filial, pero no tenía hueco en el primer equipo. Y fue la mejor decisión que pudieron tomar todas las partes.

El crack de apenas 20 años, nació en el 2000, enamoró por su velocidad, su potencia, su gran conducción de balón y su zurda de oro. Lógico, pues, que los mejores equipos del continente pusieran sus ojos en él, entre ellos, sin ir más lejos, el Barça y el Real Madrid. Aunque fue la Juventus de Turín, una vez más, la que se adelantó al resto, y se hizo con sus servicios, tras el pago de una cantidad cercana a los 35 millones de euros. Casi nada.

El internacional sueco, aunque también con pasaporte de Macedonia del Norte, se decantó por seguir en Italia, donde se siente muy a gusto. La ‘Vecchia Signora’ domina el mercado allí, y no iba a dejar escapar la oportunidad de hacerse con un crack de su potencial. El problema es que Andrea Pirlo no acaba de encontrarle su posición ideal, y no está teniendo toda la continuidad y los minutos que esperaba. La competencia por un puesto como titular es brutal.

Federico Bernardeschi, Paulo Dybala, Cristiano Ronaldo, Federico Chiesa… son demasiados efectivos. Y eso solo le ha permitido jugar 855 minutos repartidos en 18 encuentros, en los que ha conseguido marcar tres goles y dar dos asistencias. Unos números aceptables, pero está claro que no es lo que hubiera deseado Kulusevski, que necesita más continuidad. Y ya comienza a plantearse su futuro, mientras se pregunta seriamente si tomó la mejor decisión.

Porque también llegó al Allianz Stadium para ganar trofeos, algo que tienen complicado, viendo su irregularidad. Se pregunta si las cosas le hubieran ido mejor si se hubiera decantado por otro destino.

Tampoco es complicado.