Será mejor que Duván Zapata: el colombiano que sorprende a todos
El crack del Atalanta, amenazado
Duván Zapata no solo es uno de los mejores delanteros sudamericanos, si no que se ha convertido en uno de los mejores goleadores del viejo continente. Su rendimiento en el Atalanta de Bérgamo hace tiempo que viene siendo soberbio, y no se cansa de marcar goles de todos los colores. La temporada pasada no pudo jugar demasiado debido a una lesión, que le mantuvo bastante tiempo en el dique seco. Pero en esta, ha regresado con más fuerza.
Y acumula cinco dianas y cuatro asistencias en los nueve encuentros que ha estado sobre el césped. A sus 29 años, ha mejorado de manera exponencial con el paso del tiempo, y es una de las piezas clave en el esquema de Gian Piero Gasperini, al lado de su compatriota, Luis Muriel. Se entienden a la perfección, y son de los grandes culpables por los impresionantes registros que tienen de cara a puerta. Y esperan repetir sus hazañas.
De momento, se han complicado su pase a octavos de final de la Champions League, y deberán de pelear con el Ajax de Ámsterdam. Y tienen como misión ser de nuevo terceros en la Serie A. Aunque, por la mente del internacional colombiano, también figura el objetivo de participar en la próxima Copa América, en la que su país será anfitrión, junto a Argentina. Y sabe que tiene la completa confianza de su seleccionador, Carlos Queiroz.
Pero no lo tendrá fácil, pues hay mucha competencia. No hay que olvidar los nombres de Alfredo Morelos, de Radamel Falcao, o, el protagonista de hoy, que viene pisando fuerte. Se trata de Brayan Riascos, un completo desconocido para todos, y que, a sus 26 años, por fin ha encontrado la estabilidad que buscaba. Lo ha hecho en el Nacional de Madeira, en la Liga NOS, donde llegó hace dos años, y suma tres goles y una asistencia en seis choques.
Antes, había pasado por Corinthians, Flamengo, Bragantino, Famalicao, Atlético Huila, Oliveirense… y una serie de conjuntos modestos. Pronto espera hacer su debut con la selección nacional de su país a nivel absoluto.
Porque no, soñar es gratis siempre.