Simeone le para los pies a Mourinho: no se va a llevar a su estrella

Los caminos de Jose Mourinho y Diego Pablo Simeone no se han cruzado demasiado a lo largo de los últimos años. Es cierto que en los comienzos del argentino Mourinho todavía estaba en el Real Madrid, pero aquello no duró mucho y, desde entonces, ambos han defendido intereses en clubes de países diferentes.

Ahora bien, eso no quiere decir que en más de una ocasión los intereses de uno y de otro hayan coincidido en el espacio y en el tiempo, algo que ha vuelto a suceder ahora. La Roma está tratando de confeccionar una plantilla al gusto de su entrenador, algo que no pudo hacer durante el pasado verano y que viene lastrando al conjunto romanista.

Es por ello que los italianos quieren satisfacer la última petición de su técnico luso, el argentino Ángel Correa y es ahí donde el portugués y su homólogo argentino del Atlético han chocado de manera irremediable. El atacante diestro vive, desde hace un año aproximadamente, una nueva realidad en el Atlético de Madrid del Cholo: de ser uno más y muchas veces miembro habitual del banquillo, ha pasado a ser un fijo de Simeone por su facilidad para hacer gol en este 2021.

Pero ello no ha pasado desapercibido para algunos de los equipos más importantes del continente europeo, claro está. Mourinho quiere que Correa complemente su ataque junto con su delantero centro Tammy Abraham, el único de su actual plantilla en el que el luso tiene plena confianza (ya ha manifestado en más de una ocasión que Borja Mayoral no le convence).

Simeone ya ha comunicado a Andrea Berta y a Miguel Ángel Gil que Correa debe ser intransferible si se quieren mantener las aspiraciones a títulos en los próximos años y estos han escuchado sus peticiones. Ahora bien, si la Roma enviase en los próximos días una oferta contundente por sus servicios, el club no tendría más remedio que estudiarla con más detenimiento.

Lo que está claro es que, viendo el choque de intereses existente entre los dos técnicos, o Simeone o Mourinho saldrán descontentos del mismo en función de lo que ocurra con el rosarino en las próximas semanas y meses.