Alberto de Mónaco usó a Charlene para tapar un escándalo con motivo de expulsión y destierro
El Príncipe Alberto guarda secretos muy oscuros en su pasado

La vida de Alberto de Mónaco es la de uno de los miembros de la realeza más polémicos del momento. Y es que, más allá de las dudas sobre sus capacidades para estar al frente de toda una Casa Real, la realidad es que dentro de la propia Realeza de Mónaco, siempre hubo serias dudas respecto de si Alberto tenía derecho a ser Príncipe de Mónaco y sucesor de su padre, Rainiero. Pues, si hay algo que no aceptan en una institución tan casposa como lo es la Casa Real de Mónaco, donde no está especialmente abiertos a los cambios de nuestra sociedad.
Ante esta situación, el hecho de que el Príncipe Alberto siempre haya sido una persona tan abierta en el ámbito sexual ha hecho que sea considerado una persona de cierto riesgo para el principado. Pues, tal y como han revelado medios franceses, Alberto II siempre ha disfrutado de la compañía, tanto de hombres como de mujeres. Algo que no es del agrado de sus familiares.
Es por este motivo que, según hemos podido saber, el Príncipe Alberto se apresuró a la hora de encontrar una mujer como Charlene para contraer matrimonio. Y es que, como también pasó con la Casa Real de España, se acabó usando a Charlene de Mónaco como una especie de cortina de humo para evitar cualquier tipo de sospecha respecto de la orientación sexual de Alberto II.
Carolina esperaba la expulsión de su hermano
La realidad es que si había alguien interesado en que se hiciera público que Alberto II podía tener una orientación sexual demasiado abierta, era su hermana mayor, Carolina de Mónaco, la cual siempre ha soñado con llegar a ser la mandamás dentro del principado. De este modo, la expulsión de Alberto II era la gran oportunidad para que Carolina pudiera llegar a cumplir con un sueño que lleva años persiguiendo. Lo que acabó llevando a Alberto II a ir más rápido a la hora de casarse para disipar cualquier rumor.
Así pues, gracias a las informaciones que han ido saliendo a la luz hemos podido saber que el matrimonio entre Charlene y el Príncipe Alberto no es más que una cortina de humo hecha para evitar que los rumores sobre los gustos de cama del Príncipe de Mónaco le costaran cualquier tipo de expulsión o destierro.