Camilla Parker Bowles y Guillermo de Gales tuvieron una tensa discusión por su consumo de alcohol

La vida de Camilla Parker Bowles siempre ha estado marcada por el consumo constante de alcohol. En este sentido, la Reina consorte, nunca ha mostrado ningún tipo de preocupación respecto de sus hábitos a la hora de beber vino de forma descontrolada. Una situación que habría comenzado a pasarle factura a su salud. Pues, según su equipo médico, la complicada infección de pecho que todavía no ha curado, es mucho más persistente por culpa de sus malos hábitos de vida. Y es que, los medicamentos están siendo muy poco efectivos por culpa del alcohol el cual, ni por prescripción médica, ha desaparecido de la dieta de Camilla.

Ante esta delicada situación, el Príncipe Guillermo habría tratado de tomar cartas en el asunto y eliminar cualquier resto de alcohol que hubiera en la residencia de Carlos III y de Camilla Parker Bowles. Sin embargo, esa orden acabó provocando un auténtico terremoto cuando la Reina consorte trató de abrir su botella de vino tinto diaria, pero vio que no había nada en su pequeña bodega. La cual quedó vacía, por orden de Guillermo.

Una discusión que rellenó las reservas de vino de Camilla

Según contaron fuentes cercanas a la Casa Real de Gran Bretaña, por culpa de la decisión, para nada consensuada de Guillermo de Gales, de eliminar cualquier gota de alcohol de la residencia de Camilla y Carlos, se originó una caldeada discusión entre Camilla y el propio Guillermo, la cual acabó provocando que el Príncipe retrocediera en su decisión y permitiera que su madrastra volviera a tener acceso al alcohol de forma diaria. Algo que se ha acabado convirtiendo en su perdición.

En este sentido, las malas costumbres de Camilla Parker Bowles se han acabado convirtiendo en sus peores enemigos. Pues, según le ha hecho saber su equipo médico, en cuanto deje de beber, su mejoría será muy importante. Sin embargo, no parece que la Reina Camilla tenga intención alguna de dejar de beber en un futuro próximo. Pues, si hay algo importante en su vida, eso es el vino.

Así pues, ni con la decisión de Guillermo de imponer la Ley Seca en Buckingham, Camilla dejó de beber. Más bien todo lo contrario. A raíz de una fuerte discusión con su hijastro, logró que todo el vino volviera a su bodega y rápidamente todo volviera a la normalidad y ella pudiera recuperar su consumo de alcohol por encima de lo normal.