Casa Real ofreció dos casas a Letizia, una de invierno y otra de verano, y transferencias mensuales enormes
Letizia rechaza un acuerdo millonario y opta por mantener su posición como reina consorte, siguiendo el modelo Sofía y Juan Carlos.
En años recientes, la Casa Real ha observado un aumento en las tensiones entre Felipe VI y Letizia. Las especulaciones acerca de una pronta separación matrimonial no han dejado de existir, especialmente después de haberse revelado detalles sobre las conversaciones de divorcio que se llevaron a cabo en un escenario de crisis para la pareja auténtica.
De acuerdo con fuentes próximas, la institución brindó a Letizia un convenio económico excepcional, con el objetivo de promover una división discreta y mantener la reputación pública de la monarquía. El convenio contemplaba dos viviendas de lujo: una de invierno y otra de verano, situadas en lugares privilegiados, junto con transferencias mensuales de millones que asegurarían a la reina consorte un elevado nivel de vida después del divorcio.
Estas circunstancias, inéditas en la reciente historia de la monarquía española, evidencian la resolución de la corona para prevenir un escándalo que amenazara la estabilidad de la institución. No obstante, Letizia se resistió con firmeza a aceptar el pacto. La reina consorte manifestó que no tiene la intención de abandonar su rango ni su función en la Casa Real.
La negativa de Letizia y el modelo Sofía y Juan Carlos
La decisión de Letizia de no ceder ante las negociaciones marca un punto de inflexión en su relación con la institución monárquica. A diferencia de otros contextos de divorcio donde los consortes optan por alejarse de la vida pública, Letizia ha manifestado su firme postura de mantenerse en su posición. Esta negativa ha llevado a la Casa Real a optar por una fórmula que ya funcionó con anterioridad: el modelo Sofía y Juan Carlos.
Durante muchos años de su relación, Sofía y Juan Carlos I trabajaron juntos como un equipo a pesar de tener vidas personales distintas. Esta fórmula ayudó a evitar un divorcio formal y a mantener la estabilidad de la corona, mientras cada persona vivía su vida privada de la forma más discreta posible.
Felipe y Letizia parecen estar siguiendo la misma estrategia. Con este acuerdo no escrito, ambos siguen cumpliendo con sus responsabilidades en la institución, aunque su relación personal no sea cercana. Este acuerdo no ha hecho más que aumentar los rumores sobre los problemas dentro de la pareja real.
Una reina dispuesta a todo por su título
La negación de Letizia a las generosas propuestas de la Casa Real muestra su deseo de fortalecer su posición histórica como reina consorte de España. Para ella, dejar su cargo no parece ser una alternativa, incluso si las circunstancias económicas proporcionadas hubieran asegurado un futuro más que confortable.
Letizia ha evidenciado ser una figura polémica pero firme en el ámbito monárquico, y su posición fortalece su dedicación a la corona, aunque esto conlleve preservar una vida privada caracterizada por la separación.
Por otro lado, la estrategia implementada por Felipe y Letizia, a pesar de ser efectiva a nivel institucional, no ha logrado sofocar las especulaciones acerca de la auténtica esencia de su relación. Así, la reina consorte no solo ha rechazado el pacto millonario, sino que ha reafirmado que su presencia en la Casa Real prevalece sobre cualquier disputa o acuerdo.