Casa Real propone dos alternativas para enterrar a Juan Carlos I fuera del Panteón de Reyes de El Escorial
El futuro incierto del exmonarca reaviva debates sobre su legado y su lugar de descanso final.
La última visita de Juan Carlos I a España ha vuelto a centrar su personaje en el foco. A sus 86 años, el exmonarca, que en 2014 dio su abdicación en favor de su hijo Felipe VI, sigue manteniendo una vida dinámica a pesar de los retos a los que se enfrenta tanto a nivel personal como público.
En su corta estancia, ha estado involucrado en diversos acontecimientos de naturaleza privada y familiar. Desde que llegó al distinguido hotel Four Seasons, Juan Carlos I ha llevado a cabo un calendario lleno de instantes emotivos, como el funeral de su sobrino Juan Gómez-Acebo y el banquete para el cumpleaños 24 de su nieta, Victoria Federica.
No obstante, no solo sus obligaciones familiares han atraído la mirada. El recorrido por San Lorenzo de El Escorial ha reactivado una antigua discusión: el desenlace final de los vestigios del exmonarca. Este sitio, repleto de historia para la familia real, surge como una alternativa anhelada pero difícil, ya que la Cripta Real está totalmente llena.
Un legado en el aire
Tradicionalmente, el Monasterio de El Escorial ha sido el sitio de reposo para los monarcas españoles. No obstante, la elección realizada por Juan Carlos I en la década de los 90, de enterrar a sus progenitores en el Panteón Real ha restringido el espacio existente. Esta circunstancia ha creado dudas acerca del sitio donde será sepultado, tanto él como la reina Sofía, quien ha manifestado su intención de no ser inhumada en ese lugar.
Las alternativas disponibles incluyen la expansión del panteón o la construcción de una nueva cripta próxima. Sin embargo, estas opciones, a pesar de ser viables, no han progresado. De acuerdo con Marina Fernández, experta en protocolo, la circunstancia demanda tomar decisiones inmediatas, dado que el tiempo es escaso. Además, se consideran alternativas como la Catedral de La Almudena o incluso reservar un lugar en el Palacio Real.
Este conflicto no solo es logístico, sino que además conlleva consecuencias simbólicas. Un funeral en un sitio diferente al Monasterio de El Escorial podría señalar el comienzo de una nueva costumbre para la monarquía española, ajustada a la era moderna y a las resoluciones de los monarcas presentes, Felipe VI y Letizia.
Protocolos y despedidas
El procedimiento que se llevará a cabo en caso de que Juan Carlos I fallezca también provoca dudas. Aunque desde su abdicación no se le reconoce oficialmente como monarca, se le concederán honores militares como Príncipe de Asturias. No obstante, la modalidad de ceremonia estará fuertemente condicionada por la elección del Gobierno y de la propia familia real.
La discrepancia entre el anhelo del exmonarca de una despedida grandiosa y la opción de un acontecimiento más privado evidencia la intrincada conexión entre su herencia y la actualidad. A pesar de que Juan Carlos busca un funeral parecido al de la reina Isabel II, es posible que la ceremonia se alinee más con la del rey Constantino de Grecia, con honores, pero sin la magnificencia de antaño. Por lo tanto, el futuro de Juan Carlos I, tanto en su vida como en su fallecimiento, continúa siendo un asunto de relevancia nacional.