Charlene de Mónaco llegó a un acuerdo con Alberto de Mónaco para tener un matrimonio de conveniencia
La Princesa de Mónaco quiere proteger a sus hijos, de las garras de Alberto II
Hace ya varios años que el matrimonio entre Charlene de Mónaco y el Príncipe Alberto, está lejos de pasar por un buen momento. Los máximos dirigentes de Mónaco nunca fueron capaces de mantener una buena convivencia, en una relación marcada por la vida extramatrimonial de Alberto II, quien nunca respetó a su esposa, una Charlene que, a raíz de todas las infidelidades de su marido, acabó cayendo en una profunda depresión y en una complicada adicción a los fármacos.
Ante esta situación, hace ya varios meses que Alberto II llegó a la conclusión de que lo mejor para el bien de la Realeza monegasca es que él y Charlene de Mónaco vivan absolutamente separados. Pues, tal y como le recomendó el equipo médico de la Princesa, lo mejor para el bienestar de Charlene era que comenzara a vivir sola y lejos de todo el estrés que le supone compartir vida con su marido, un Alberto de Mónaco al que nunca ha soportado. Corroborando así, que darle el sí quiero, fue la peor decisión posible para la vida de una Charlene absolutamente infeliz.
Charlen ya tiene un acuerdo con Alberto de Mónaco
En este sentido, según han podido saber fuentes cercanas a la Casa Real de Mónaco, Charlene y Alberto ya tendrían un acuerdo para mantener su matrimonio de conveniencia. En este sentido, tras haberse sabido que la sudafricana estaba viviendo en Francia con un oligarca ruso, se ha confirmado que la vida matrimonial entre Charlene y Alberto está más que acabada. Y es que, por el bien de todos, el Príncipe Alberto ha acabado aceptando que su esposa viva lejos de él, a cambio de mantener su matrimonio de conveniencia.
Cabe destacar que la mayor preocupación de Alberto es la de mantener la estabilidad dentro de la Casa Real. Un objetivo que solamente se cumplirá mientras mantenga estable su matrimonio con Charlene, un matrimonio que ha quedado claro que está hecho por interés y, en ningún caso por amor.
Charlene solo quiere proteger a sus hijos
Por su parte, la gran preocupación de Charlene de Mónaco es el bienestar de sus hijos, Jacques y Gabriella, quienes acabarían siendo los grandes perjudicados en caso de que Charlene decidiera ir a la guerra contra Alberto y pedirle el divorcio. Hecho que habría llevado a Charlene a optar por llegar a un acuerdo para mantener cierta estabilidad en su matrimonio.