Charlene ha convencido a su hijo Jacques, para que rechace ser el sucesor de Alberto de Mónaco

Jacques debería ser el heredero de Alberto de Mónaco, pero no quiere ser Príncipe

Charlene ha convencido a su hijo Jacques, para que rechace ser el sucesor de Alberto de Mónaco

A lo largo de sus 10 años, Jacques ha sido capaz de ir viendo como su madre, Charlene sufría mucho más de lo que disfrutaba del hecho de ser la Princesa de Mónaco. Un cargo al que llegó con la idea de ser capaz de acumular mucho dinero y poder, pero que a la postre, solamente le ha generado disgustos y graves problemas de adicciones a los fármacos. Una vida que Charlene no quiere para su hijo.

Tal es el disgusto de la Princesa de Mónaco con su vida, que según han asegurado fuentes cercanas a la Casa Real monegasca, hace años que Charlene está haciendo grandes esfuerzos para convencer a su hijo, Jacques, de que no sea el heredero de Alberto de Mónaco, pues, si algo tiene claro, es que el trono ha sido la razón de toda la infelicidad que reina en su vida. Algo que no quiere que sufra su pequeño Jacques, que ya comienza a formarse una idea de lo que implicaría ser Príncipe de Mónaco.

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Jacques no quiere ser como su padre

Además, por si fuera poco, el hecho de ver como su madre sufre del hecho de ser Princesa, Jacques tiene en su padre el perfecto ejemplo de lo que no quiere ser de mayor. Pues, el ejemplo que ha dado Alberto a su hijo es el de como no ser ni un buen padre ni de como ser un buen esposo. algo que con el tiempo ha quedado muy marcado en la mente de Jacques, que no quiere saber nada de su padre. 

Es por este motivo que, como ya han descubierto fuentes cercanas a Charlene, Jacques está más que convencido que no quiere ejercer nunca como Príncipe de Mónaco. En este sentido, a sus 10 años, el pequeño heredero al trono ha sido capaz de entender tanto el malestar de su madre con el puesto de Princesa como el pésima papel de su padre Alberto como Príncipe, generando todo, una idea en él, de que lo mejor es no ser el sucesor al trono del principado.

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Charlene estará encantada con la decisión de Jacques

Ante la decisión de Jacques, Charlene de Mónaco seguro que estará más que feliz, por ello, pues, si algo desea Charlene es que su hijo deje vacío el trono que él algún día dejará su padre Alberto y así, sea capaz de buscar, mediante el inimaginable patrimonio que heredará, una nueva vida, muy alejada de todo lo que implica ser el Príncipe de Mónaco.