El equipo médico de Zarzuela programa una intervención por salud para Letizia

Una decisión médica que marcará un antes y un después en la agenda de la reina

El equipo médico de Zarzuela programa una intervención por salud para Letizia

La reina Letizia atraviesa un momento complicado en cuanto a salud se refiere. En su reciente visita a los Países Bajos, quedó en evidencia que algo no estaba bien. Durante la cena de gala ofrecida por Guillermo y Máxima de Holanda, la monarca española rompió con el protocolo al no levantarse para saludar a los invitados. Permaneció sentada, visiblemente incómoda. También se adelantó en tomar asiento en la mesa, lo que llamó aún más la atención. Todo tiene una explicación médica.

Letizia sufre desde hace tiempo el conocido neuroma de Morton, una dolencia que afecta los nervios del pie, provocando un dolor intenso, sensación de ardor y entumecimiento en los dedos. Además, padece metatarsalgia crónica, lo que incrementa aún más el malestar. Aunque no son visibles a simple vista, estas afecciones pueden llegar a ser muy limitantes. El uso constante de tacones altos durante años ha pasado factura. En su afán por disimular la diferencia de estatura con el rey Felipe —que roza los dos metros—, Letizia recurrió siempre a calzados altos, lo que ha agravado su situación.

Letizia

Cirugía inminente por recomendación médica

Según fuentes cercanas a la Casa Real, el equipo médico que atiende a la reina en Zarzuela ha recomendado una intervención quirúrgica como solución definitiva. Aunque hasta ahora se ha optado por tratamientos conservadores —como fisioterapia, descanso, medicación e infiltraciones—, la evolución no ha sido la esperada. El dolor persiste y limita sus actividades diarias, incluso en compromisos oficiales.

La cirugía, aunque no garantiza una recuperación total, permitiría aliviar la presión sobre el nervio afectado y mejorar su calidad de vida. La intervención no es especialmente compleja, pero requerirá al menos dos semanas de reposo, lo que obligará a reorganizar su agenda institucional.

Letizia ha intentado mantenerse activa, pero ya no puede ignorar las señales de su cuerpo. Por primera vez en mucho tiempo, ha dejado de lado los tacones, un símbolo de su imagen pública. El paso al quirófano es una decisión meditada, pero necesaria. La reina, que siempre ha sido disciplinada y perfeccionista, sabe que esta pausa es clave para seguir adelante sin dolor.

La salud, al final, se impone. Y esta vez, la prioridad está clara: recuperar el bienestar físico para poder continuar con fuerza su labor como reina consorte.