El Príncipe Guillermo recibe tratamiento psicológico por un cuadro agravado por Kate Middleton

Guillermo de Gales es incapaz de controlar su temperamento

El Príncipe Guillermo recibe tratamiento psicológico por un cuadro agravado por Kate Middleton

A lo largo de los años, la vida matrimonial entre Kate Middleton y el Príncipe Guillermo se ha ido rompiendo poco a poco. Los Príncipes de Gales han demostrado que entre ellos no existe una química total. Más bien todo lo contrario. Las infidelidades por parte de Guillermo y las constantes peleas entre ambos han acabado provocando que la convivencia en el matrimonio sea un completo desastre. Y es que los problemas del hijo mayor de Carlos III no han llegado en su vida de pareja, pues, antes de que se encontrase con Kate Middleton, Guillermo ya arrastraba graves problemas de comportamiento.

Tal y como han ido revelando medios cercanos a la Casa Real de Gran Bretaña, Guillermo de Gales nunca ha destacado por tener un carácter especialmente agradable para los demás. El Príncipe de Gales siempre brilló por el hecho de tener un temperamento ciertamente complicado que le ocasionó más de un problema a lo largo de su juventud.

Guillermo no era un estudiante modélico, pero tampoco era un desastre. Sin embargo, nunca aceptaba que le dijeran lo que tenía que hacer o cómo realizar ciertas labores. Una situación que llevaba al hijo de Carlos III a reaccionar con unas muy malas maneras siempre que le decían algo que no era de su agrado. Una actitud que llevó a Carlos III a mandar a su hijo al psicólogo, ya que ese comportamiento es algo inaceptable en la Casa Real de Gran Bretaña.

Guillemro de GAles

Guillermo sigue sin controlar su mal carácter

A pesar de que con el tiempo el Príncipe de Gales ha sido capaz de ir cambiando su complicado carácter y fuerte temperamento, la realidad es que los trabajadores de Buckingham y la propia Kate Middleton han visto como Guillermo todavía es incapaz de controlar sus malas formas a la hora de reaccionar a las situaciones adversas. Y es que cuando las cosas van mal dadas, nadie quiere tener cerca a un Guillermo de Gales que cuando estalla, lo hace con unas formas pésimas.

Así pues, el Príncipe Guillermo sigue necesitando apoyo psicológico para ir moldeando su complicado carácter, el cual ha estado lastrando el día a día del hijo de Carlos III, que no sabe controlar sus malas formas cuando hay algo que no le acaba de gustar.