Felipe VI echa de Zarzuela a dos inquilinos que llevaban 21 años alojándose a gastos pagados
Desde la boda de los reyes, tanto Telma Ortiz como Paloma Rocasolano han disfrutado de los beneficios de estar vinculadas a la familia real.
La Casa Real ha vuelto a estar en el centro de atención tras una decisión que podría marcar un cambio de rumbo en la gestión interna de la familia del rey Felipe VI. Según fuentes cercanas, el monarca habría solicitado que Telma Ortiz y Paloma Rocasolano, cuñada y suegra del rey respectivamente, dejen de utilizar las instalaciones de Zarzuela como si fueran residentes habituales. Esta medida pone fin a dos décadas de estancias intermitentes que habrían generado tanto críticas externas como tensiones internas en el entorno real.
Desde la boda de los entonces príncipes Felipe y Letizia en 2004, tanto Telma Ortiz como Paloma Rocasolano han disfrutado de los beneficios de estar vinculadas a la familia real española. Aunque nunca se les asignó un papel oficial dentro de la Casa Real, ambas habrían sido visitantes frecuentes de Zarzuela, llegando incluso a permanecer en sus instalaciones por periodos prolongados y beneficiándose de servicios asociados a la vida en el palacio.
Estas estancias incluían alojamiento y otros privilegios propios de la residencia oficial, como acceso a seguridad, personal de servicio y comodidades propias de la realeza, todo financiado con recursos públicos. Si bien la relación cercana con Letizia justificaba en su momento estas visitas, las críticas no tardaron en surgir, especialmente tras el ascenso de Felipe VI al trono en 2014, cuando el monarca inició una política de mayor transparencia y austeridad en la institución.
La Zarzuela es única y exclusiva para la familia Real
La decisión de Felipe VI no es casual. Desde que asumió la jefatura del Estado, el rey ha intentado modernizar la monarquía española, alejándola de los privilegios y excesos que marcaron el reinado de su padre, el rey emérito Juan Carlos I. Este esfuerzo por proyectar una imagen más austera y profesional ha llevado al monarca a tomar decisiones difíciles, como distanciarse de familiares involucrados en controversias y limitar los gastos relacionados con la familia extensa.
En este contexto, la presencia recurrente de Telma Ortiz y Paloma Rocasolano en Zarzuela se habría convertido en un punto de fricción. Según los allegados a la Casa Real, el monarca habría dejado claro que las instalaciones de Zarzuela deben estar reservadas exclusivamente para los miembros directos de la familia real que desempeñen funciones oficiales.
Telma no Paloma se han visto por la Zarzuela estos últimos tiempos
Aunque ni Telma ni Paloma se han pronunciado públicamente sobre este asunto, su ausencia en Zarzuela ha sido notoria. Desde que se casaron y formaron sus propias familias, ambas habían mantenido una relación cercana con la reina Letizia, pero su rol como visitantes frecuentes habría disminuido gradualmente en los últimos años.
El gesto de Felipe VI, aunque simbólico, refuerza su compromiso con una monarquía más eficiente y alineada con las demandas de la sociedad actual. En un momento en el que las instituciones tradicionales enfrentan un creciente escrutinio, decisiones como esta podrían ayudar a fortalecer la imagen de la Casa Real.