Felipe VI huye a la gasolinera de Zarzuela después de discutir con Letizia
Un rincón inesperado donde Felipe VI encuentra un respiro en medio de la tensión familiar

La relación entre el rey Felipe VI y la reina Letizia parece estar cada vez más deteriorada. Aunque de cara al público mantienen la compostura, por dentro todo indica que el matrimonio está roto desde hace años. Pilar Eyre, periodista especializada en la Casa Real, asegura que lo suyo es ya solo una relación profesional. Funcionan como un equipo, pero no como una pareja.
La convivencia se ha hecho imposible. Tanto que Letizia se habría mudado a otro edificio dentro del recinto de Zarzuela, lejos del Pabellón del Príncipe donde vivía con el rey. No hay convivencia, apenas diálogo. Las apariciones públicas son una fachada. Siguen el ejemplo de Juan Carlos I y Sofía: distantes en privado, unidos solo por la obligación institucional.
El extraño refugio del rey
Pero lo que más ha llamado la atención es la forma en la que Felipe VI escapa del conflicto. Según la periodista Pilar Vidal, cuando las discusiones con Letizia se intensifican, el rey tiene una costumbre peculiar: se va a una gasolinera cercana a Zarzuela.
A cuatro kilómetros del palacio, en plena madrugada, sus escoltas lo llevan allí. No pide privacidad, solo silencio. Compra donuts de chocolate, se sienta solo en el coche y come con calma. Es su manera de bajar la tensión, de respirar. Un ritual íntimo, casi infantil, pero que le funciona.
Esta rutina recuerda a la de su padre, quien también huía en moto cuando discutía con la reina Sofía. Felipe ha heredado esa necesidad de desconectar, aunque lo haga de forma mucho más discreta. Después de su momento de soledad, vuelve a casa. Letizia ya duerme. Pero el silencio sigue ahí, al día siguiente, en cada rincón del palacio.
Nadie confirma nada, pero muchos detalles hablan por sí solos. El matrimonio real parece cada vez más distante, más frío. Y en medio de todo, una gasolinera se ha convertido en el refugio de un rey que ya no encuentra paz en su propia casa. El rey Felipe VI, en su búsqueda de calma, ha encontrado en esa gasolinera el único espacio donde puede desconectar del ruido de su vida real.