Felipe VI recupera el palacio de las fiestas con señoritas de pago
El Rey ha decidido usar un espacio que Juan Carlos I empleó para fiestas privadas
Si hay algo que dejó marcado el reinado de Juan Carlos I fueron sus malas costumbres con las mujeres. El emérito nunca cesó en sus habituales citas con mujeres de todo tipo, desde mujeres de pago que lo visitaban de noche en sus fiestas en el Palacio del Pardo, a todo tipo de amantes que recibía en Zarzuela. Unas costumbres que siempre han sido repudiadas por parte de un Felipe VI que, a pesar de la mala imagen que se ha generado alrededor del Palacio del Pardo, donde Juan Carlos I se reunía con mujeres de pago, ha decido retomar el espacio para darle un nuevo uso.
En este sentido, a pesar de que Felipe VI no rehúye a las amantes, ha decidido que el Palacio del Pardo no es el lugar adecuado para ningún tipo de fiestas ni de reuniones de señoritas de pago. Si no que lo ve como un lugar para rendir honor a aquellos generales y oficiales del Ejército de España que han comenzado a dirigir un equipo dentro de las Fuerzas Armadas, un uso puramente militar que Felipe VI espera que sirva para poder dar un lavado de imagen a un Palacio que durante muchos años fue mancillado por las malas costumbres de Juan Carlos I.
De un palacio de fiestas, a un lugar de trabajo
Por otro lado, Felipe VI ha decidido darle todavía más usos al Palacio del Pardo, un espacio que durante años quedó como un mero lugar de encuentros del rey emérito a un centro de trabajo para Felipe VI, que no solo lo usa como un centro para las audiencias militares, sino que también tiene ahí su oficina militar, donde acude para resolver varios asuntos relacionados como su puesto como máximo responsable de las Fuerzas Armadas.
Así pues, lejos de seguir las malas costumbres de su padre, Juan Carlos I, Felipe VI ha tomado la decisión de dar un lavado de cara completo a un espacio tan importante como lo es el Palacio del Pardo, que ha pasado de ser un punto de encuentro para el rey y sus señoritas de pago, a ser un punto de honor para los militares y un lugar de trabajo del rey Felipe VI.