Felipe VI tuvo que mentir al papa y a la Iglesia para casarse con Letizia

El enigma que rodea la boda religiosa de Felipe y Letizia y lo que nunca se reveló

Felipe VI tuvo que mentir al papa y a la Iglesia para casarse con Letizia

La relación entre Felipe VI y Letizia Ortiz ha sido siempre un tema de interés público, pero el reciente libro del periodista argentino Leonardo Faccio ha revelado detalles sorprendentes sobre su matrimonio. De acuerdo con Faccio, la boda religiosa de los reyes se basó en una mentira oculta a la Iglesia, una mentira que involucró un tema delicado: el aborto de Letizia antes de conocer al príncipe.

El aborto y el secreto de Letizia

Antes de ser la Reina de España, Letizia vivió una vida completamente distinta. Se casó por lo civil con el escritor Alonso Guerrero, y mantuvo una postura pública contraria a la religión. Sin embargo, lo más revelador de este pasado es que Letizia se sometió a un aborto voluntario, un acto que, según la doctrina de la Iglesia Católica, es considerado un pecado grave, que conlleva la excomunión. Este hecho, que fue confirmado por su primo David Rocasolano en su libro Adiós Princesa y ahora detallado por Faccio, muestra una cara oculta de la reina consorte.

Letizia

En el libro, se menciona que Letizia, al querer casarse por la Iglesia con Felipe VI, ocultó esta parte de su vida. Para poder realizar una boda eclesiástica, se requería que Letizia estuviera en completa comunión con la Iglesia. Así, ella justificó su pasado de una manera que no solo resultó cuestionable, sino también incompatible con las normas religiosas. Letizia, según el relato, argumentó que había “visto la luz” tras conocer al entonces príncipe Felipe, un giro sorprendente considerando su actitud anterior hacia la fe católica. A lo largo de los años, varias fuentes han señalado que la transformación religiosa de Letizia fue más una cuestión de conveniencia que de convicción.

La boda que podría haber sido anulada

El impacto de este secreto va más allá de la vida personal de los reyes. Según el Derecho Canónico, una persona que haya abortado está excluida del sacramento del matrimonio. Si se hubiese sabido de antemano, la Iglesia probablemente no habría permitido que Letizia y Felipe se casaran por el rito religioso. Esto habría puesto en peligro la validez de su matrimonio y podría haber anulado la ceremonia.