Froilán está teniendo problemas serios por la bebida

A nadie se le escapa que Froilán de Marichalar siempre ha tenido facilidad para engancharse a la mala vida. El hijo de la infanta Elena se ha acostumbrado a tenerlo todo al alcance de su mano y a no tener que trabajar por absolutamente nada. Gracias al dinero que le da Juan Carlos I, Froilán puede vivir a cuerpo de rey sin tener que dar un solo palo al agua. Una situación que ha acabado haciendo que el hijo de Elena haya comenzado a frecuentar los lugares menos conocidos y reservados de Abu Dabi.

La realidad es que en los Emiratos Árabes, el consumo de alcohol es algo que está absolutamente prohibido para el gran público. Sin embargo, a pesar de dicha prohibición, en las fiestas privadas no llegan a entrar los ojos del gobierno, lo que permite que se hagan grandes celebraciones donde el desfase y el consumo de alcohol está a la orden del día. Un espacio al que se ha acostumbrado a acudir Froilán, que lejos de dejar sus malas costumbres, ha comenzado a beber más que nunca.

Según han contado fuentes cercanas a la Casa Real, hay cierta preocupación con el estado en el que se encuentra Froilán de Marichalar. El joven ya arrastraba problemas para controlarse a la hora de beber. Motivo por el cual Felipe VI eligió un país libre de alcohol para él. Sin embargo, la realidad es que con dinero y contactos, en Abu Dabi, el acceso al alcohol es algo muy sencillo.

Froilán siente atracción hacia lo prohibido

Como ya nos demostró a lo largo de sus años en Madrid, Froilán siente especial atracción por todo aquello que esté prohibido. El hijo de la infanta Elena disfruta haciendo todo lo que no está permitido. Lo que ha llevado al joven a disfrutar, todavía más, de la fiesta en Abu Dabi, donde ha comenzado a beber sin control alguno. Algo que ha generado cierta preocupación en Zarzuela, donde temen que el nieto de Juan Carlos I desarrolle una dependencia del alcohol.

Así pues, por culpa del fácil acceso a la bebida, Froilán estaría comenzando a desarrollar un serio problema a la hora de controlar su consumo de alcohol. Una situación que ha hecho que tanto Felipe VI como la infanta Elena tengan que comenzar a plantearse alguna solución de urgencia.