Iñaki Urdangarin no movió un dedo para salvar de la tragedia al amante de la infanta Cristina

Del amor al abandono la historia de celos y traición que marcó el destino de Jesús Rollán

Iñaki Urdangarin no movió un dedo para salvar de la tragedia al amante de la infanta Cristina

Antes de que Iñaki Urdangarin entrara en la vida de Cristina de Borbón, la infanta vivió un romance con el legendario portero de waterpolo Jesús Rollán. Su relación fue intensa, pero breve. A pesar de la separación, el cariño entre ellos nunca desapareció.

Sin embargo, cuando Cristina se casó con Urdangarin, la dinámica cambió. Iñaki siempre supo que su esposa había amado profundamente a Rollán, y eso le incomodaba. A pesar de compartir un pasado en la élite del deporte, el exjugador de balonmano nunca vio a Rollán como un amigo. Más bien, como un rival.

Con el tiempo, la amistad entre Cristina y Jesús se fue enfriando. Urdangarin no ocultó su incomodidad y, poco a poco, Rollán quedó fuera del círculo de la pareja. Lo que había sido una relación de confianza se convirtió en un muro de silencio.

Urdangarin y la infanta Cristina

Un llamado de auxilio ignorado

El descenso de Jesús Rollán comenzó cuando dejó la competición. Sin el waterpolo, perdió su propósito. Sus problemas de adicción y salud mental se agravaron, y la depresión se apoderó de él. Su familia hizo todo lo posible para salvarlo, buscando apoyo en quienes alguna vez estuvieron cerca.

Uno de esos llamados fue a Iñaki Urdangarin, quien en ese momento era vicepresidente del Comité Olímpico Español. Podía haber intercedido para ofrecer ayuda, pero prefirió mirar hacia otro lado. Su entorno ponía excusas, pero la verdad era evidente: no quería involucrarse.

Mientras otros amigos y compañeros intentaban sostenerlo, Rollán se hundía más en la desesperación. El 11 de marzo de 2006, su historia terminó de forma trágica en un balneario de La Garriga. Su muerte sacudió al mundo del deporte, pero llegó demasiado tarde para aquellos que le dieron la espalda.

En su funeral, Urdangarin y Cristina se mostraron dolidos. Pero quienes conocían la historia sabían que ese dolor llegaba tarde. Rollán había pedido ayuda y no la había encontrado. Quedó claro que, cuando más lo necesitó, el esposo de su gran amor no hizo absolutamente nada por salvarlo.