Irene Urdangarin castiga a su padre, cuando estaba preso se avergonzaba y no iba a verlo, sigue igual

La vida de Iñaki Urdangarin ha dado un giro de 180 grados en los últimos años. Y es que, pasó de estar, en 2018 encerrado en prisión por culpa de una serie de delitos relacionados con la malversación, tráfico de influencias y otros delitos, a ahora, siete años después, a vivir felizmente junto a Ainhoa Armentia y, de paso, rodeado de lujos pagados por Zarzuela, donde tienen a sueldo al que fuera Duque de Palma, para que no abra la boca y cuente todos los secretos que esconde la Casa Real española.

Sin embargo, la realidad es que no todo va viento en popa para el que fuera Duque de Palma. Pues, desde que en 2018 ingresó en la cárcel de Brieva, su relación con su hija pequeña, Irene Urdangarin, comenzó a romperse poco a poco. Pues, lejos de priorizar a su padre, durante su estancia entre rejas, Irene puso por delante sus compromisos personales con amigos, antes que las visitas a su padre a prisión. Algo que dolió mucho a Iñaki Urdangarin, que, desde entonces ha perdido el contacto con Irene.

Urdangarin quedó muy decepcionado con la actitud de su hija

Los hechos que provocaron el primer enfado entre Iñaki Urdangarin y su hija Irene se remontan a cuando el exdeportista estaba en la cárcel y, en lugar de ir a visitar a su padre, Irene decidió que era mejor salir con sus amigos, puesto que le daba vergüenza su situación en prisión.

Algo que, como reveló Nacho Gay, ocasionó una “discusión enorme” entre padre e hija, ya que Iñaki no podía concebir que su hija lo dejara de lado para poder estar con sus amigos. Así lo recordó el escrito en 2022 en Sálvame: “Un día Irene no se presentó en prisión y lo plantó para hacer planes con sus amigos. Se llevó un disgusto enorme”.

De este modo comenzó un distanciamiento entre padre e hija que, desde que Iñaki salió de prisión se ha ido haciendo más patente. Y es que, la llegada de Ainhoa Armentia a la vida de Urdangarin generó todavía más rechazo por parte de una Irene que no puede ni ver a la pareja de su padre. De este modo, la hija del que fuera Duque de Palma, apenas pasa tiempo con Iñaki Urdangarin, al que, de cierta forma, tiene castigado, primero por entrar a prisión, y segundo, por estar con Ainhoa Armentia, con la que no se lleva nada bien.