Jaime de Marichalar tiene un acuerdo que le obliga a silenciar lo ocurrido con la infanta Elena en Nueva York

A diferencia de lo que está ocurriendo con Iñaki Urdangarin, Jaime de Marichalar nunca ha sido un problema para Zarzuela, desde que se divorció de la infanta Elena. El que fuera Duque de Lugo siempre se ha comportado como todo un caballero a la hora de relacionarse con la Casa Real, de donde nunca ha tratado sacar ningún tipo de beneficio económico ni de reputación, después de haber firmado su divorcio de Elena, en 2007, lo que, en su momento, provocó que Juan Carlos I se desentendiera completamente de su antiguo yerno.

Sin embargo, Jaime de Marichalar ya tenía una gran fortuna en sus manos, sin la necesidad de meterse en líos con la Casa Real. Hecho que, con el paso del tiempo ha provocado que en Zarzuela, más allá del divorcio que protagonizó, tengan una muy buena imagen de él. Pues, por todo lo que llegó a saber, pudo haber hecho mucho daño y nunca mostró la más mínima intención de hablar. Y eso que las ofertas por parte de las grandes televisiones y revistas nunca le faltaron.

Jaime de Marichalar firmó que guardaría silencio

En este sentido, otra razón que el exmarido de la infanta Elena, tiene para guardar silencio, son las diferentes cláusulas de confidencialidad que firmó en el acuerdo de divorcio. Pues, para evitar cualquier tipo de problemas, la Reina Sofía pidió expresamente a Jaime, que aceptara no hablar nunca de ciertos temas relacionados con la Casa Real y con su relación con la infanta Elena. Pues, de hablar, pondría a la Realeza entre la espada y la pared.

Uno de los episodios que más miedo generan en Zarzuela, es una que tuvo lugar en Nueva York. Concretamente en un viaje privado que realizó la infanta Elena en solitario, mientras su entonces marido Jaime de Marichalar se estaba recuperando de un ictus. Un viaje, el de Elena, que presuntamente acabó en infidelidad. Pues, como Elena ya sabía que su relación con su marido estaba sentenciada, acabó metiéndose en la cama de un importante empresario neoyorquino. Un episodio que solamente conocen dentro de la Casa Real y que nadie quiere que salga a la luz.

Así pues, no son pocos los secretos que guarda Jaime de Marichalar, que, gracias a tener una fortuna que ni él ni sus hijos se van a acabar, no tiene la más mínima necesidad de amenazar a Zarzuela con contar los secretos de los que se enteró mientras era Duque de Lugo.