Juan Carlos I está necesitando ayuda para ir al lavabo, no se aguanta de pie, orina en la cama
El emérito ha lidiado con diversos problemas de salud, incluidos múltiples procedimientos quirúrgicos relacionados con su cadera, rodillas y columna vertebral
El rey emérito Juan Carlos I, de 86 años, enfrenta un notable deterioro físico que ha reducido significativamente su calidad de vida. Según fuentes cercanas a su entorno, el monarca, quien reside actualmente en Abu Dabi, depende de ayuda constante para realizar tareas básicas como ir al baño, debido a su limitada movilidad y creciente fragilidad.
Desde hace años, Juan Carlos I ha lidiado con diversos problemas de salud, incluidos múltiples procedimientos quirúrgicos relacionados con su cadera, rodillas y columna vertebral. Estas intervenciones, sumadas al desgaste natural de la edad, han dejado al monarca con dificultades para mantenerse en pie sin la ayuda de un bastón o el apoyo de otras personas.
En su residencia en Abu Dabi, el baño ha sido adaptado para facilitar su uso. Entre las modificaciones realizadas se encuentran barras laterales instaladas en las paredes para que pueda sostenerse y una silla especial para la ducha. No obstante, en muchas ocasiones, el rey emérito recurre a una cuña similar a las utilizadas en hospitales para evitar levantarse de la cama, una medida que refleja la gravedad de su estado físico.
Juan Carlos I debe usar pañales y tener un equipo médico todo el día
Juan Carlos I enfrenta episodios de incontinencia que requieren atención constante. Estos problemas lo han llevado a necesitar pañales en algunos momentos y asistencia médica especializada para garantizar su comodidad. La falta de fuerza en las piernas y su incapacidad para permanecer de pie durante largos períodos son una constante en su día a día, lo que lo obliga a limitar aún más sus movimientos y actividades.
La dependencia del rey emérito ha incrementado la importancia de su equipo de cuidadores, compuesto por personal médico y asistentes de confianza. Estos profesionales no solo se encargan de su cuidado físico, sino que también supervisan su alimentación, ejercicios de fisioterapia y otros aspectos necesarios para mantener su bienestar general.
El rey se mantiene informado y pendiente de todo lo que sucede en España
Juan Carlos I conserva su carácter enérgico y un deseo de mantenerse informado sobre los asuntos de España y su familia. Según allegados, dedica gran parte de su tiempo a leer y mantenerse en contacto con sus hijos, especialmente con el rey Felipe VI, aunque su presencia física en actos oficiales o reuniones familiares ha disminuido considerablemente.
El delicado estado de salud de Juan Carlos I ha generado preocupación entre sus allegados, quienes reconocen que el monarca enfrenta las limitaciones propias de la edad con resignación y cierto humor. Sin embargo, su situación también pone de relieve los sacrificios personales y físicos que han acompañado su largo reinado y posterior retiro de la vida pública. A medida que el rey emérito afronta esta etapa, su entorno más cercano se mantiene atento para brindarle el cuidado y apoyo necesarios, permitiéndole transitar estos años con dignidad y rodeado de las comodidades que su posición le ha permitido obtener.