Juan Carlos I utilizaba a la Guardia Civil para montar fiestas con señoritas en alta mar
Personajes conocidos fueron parte de las celebraciones en las que el rey daba rienda suelta a sus pasiones
Al rey Juan Carlos I le precede una reputación que no deja de mantener en medio de escándalos y revelaciones. Su vida privada ha sido constantemente expuesta, la razón, sus múltiples amantes que lo han llevado a la cifra de más 5 mil mujeres en su haber. Una cifra que señala que lo del emérito con las féminas más que un gusto es un vicio.
Cientos de amantes, unas más importantes que otras, han marcado la vida del rey, y de su esposa Sofía también. La pareja fue casada sin amor, por conveniencia y cumplimiento del deber. Esto parece haber empujado aún más a Don Juan Carlos a otras mujeres, y por su parte, la emérita, en un matrimonio sin amor, se dedicó a cumplir con la corona mientras su esposo iba generando polémica tras polémica con su promiscuidad y la manera alarmante de deshacerse de algunas amantes cuando comenzaban a dar problemas.
Una base de operaciones en el Fortuna
Se ha filtrado que la base de “operaciones” de Juan Carlos era Mallorca, donde a bordo del Fortuna se vivían fiestas insuperables a las que asistían personajes como Zourab Tchokotua, Cristina Macaya e incluso Marta Gayá, quien más tarde se sabría que fue una de las amantes más importantes del monarca.
Según Laura Fa, los periodistas fueron quienes descubrieron las secretas fiestas de Juan Carlos, un mundo lleno de lujuria y desenfreno que por mucho tiempo el rey mantuvo en la sombra con la ayuda de Casa Real, quienes siempre han buscado la manera de mantener en secreto los excesos del emérito.
Una relación de altamar
Laura también reveló en el programa “Sálvame”, de una posible relación del monarca con la ex top model Antonia Dell’Atte, hecho que causó revuelo en su momento, pese a las acostumbradas noticias de las relaciones furtivas del rey. Aunque nunca fueron públicas, y se desconoce la razón, hubo fotos de estos encuentros en el Fortuna que levantaron especulaciones sobre el vínculo entre Juan Carlos I y Antonia y de una posible relación clandestina. Pero más allá de esto, las instantáneas sacaron a la luz las celebraciones descontroladas que el emérito realizaba en altamar bajo la posible custodia de la Guardia Civil.
Muchos rumores se han corrido desde esto, el más alarmante ha sido la presunta inclusión de existencia de sustancias ilícitas en las celebraciones, pero sin pruebas ni declaraciones oficiales, estas teorías se han ensombrecido. Lo que sí es una realidad, es que a Juan Carlos I le encantan dos cosas más que nada, las fiestas y las mujeres. Y a bordo del Fortuna disfrutó de sus dos más grandes placeres por mucho tiempo, bajo la protección de Casa Real, que siempre ha buscado mantener bajo perfil la vida desenfrenada del monarca.