Juan Urdangarin ha pedido a su madre que controle la vida que lleva Irene en Londres

Con el paso de los años Irene Urdangarin ha llegado a tener el privilegio de estudiar en Oxford, un sueño que pocos estudiantes son capaces de cumplir. Sin embargo, lejos de estar aprovechando la oportunidad que supone estudiar en una de las universidades de mayor prestigio en todo el planeta, Irene habría comenzado a experimentar con la noche de Londres. Una costumbre que ha comenzado a preocupar a un Juan Urdangarin que ya se habría puesto en contacto con su madre para comenzar a controlar a Irene.

En este sentido, los problemas de conducta de Irene Urdangarin ya son algo más que recurrente en ella. Pues, en su etapa en Ginebra ya fue sancionada en varias ocasiones por sus indisciplinas y ausencias constantes a clase. Una situación que Juan Urdangarin ha comenzado a advertir en Londres, donde sospecha que el camino de su hermana se está comenzando a torcer de nuevo. Pues, sin alguien que la vigile de cerca, Irene tiene la mala costumbre de poner la vida nocturna y la fiesta, por encima de las obligaciones que tiene como estudiante de Oxford.

Juan está muy preocupado por el camino de Irene

Después de que en Zarzuela consideraron que Irene había sido capaz de encontrar la estabilidad en su vida, decidieron que podía ser buena idea enviarla a Londres a estudiar. Una decisión que, si bien es cierto que en los primeros meses parecía haber sido acertada, la realidad es que, a la postre Juan Urdangarin ha confirmado que no fue la mejor. Y es que, lejos de mantener la prudencia y seguir el buen camino, Irene disfruta como nadie de la fiesta de Londres, donde sale noche sí, noche también.

Es por este motivo que Juan ya habría pedido a su madre, la infanta Cristina, que tratara de vigilar de cerca a una Irene que, sin el estricto control de sus padres, se ha convertido en todo un peligro. Pues, antes de estudiar tiene muchísimas prioridades. Y ninguna de ellas es especialmente buena.

Cristina, sigue de cerca a su hija

Ante el aviso de su hijo, Cristina ya habría comenzado a seguir de cerca la actividad de su hija. Una Irene que, con el seguimiento estricto de su madre podría tener que contenerse a la hora de llevar la vida que lleva en Londres, donde los excesos se han convertido en el pan de cada día para una Irene Urdangarin que ya es reincidente en este tipo de situaciones.