La escolta de Casa Real rescata a Victoria Federica de madrugada en un estado altamente preocupante
La joven, en el punto de mira, vuelve a poner en apuros a la Casa Real tras una noche descontrolada

Victoria Federica vuelve a estar en el centro de la polémica. En la madrugada del pasado fin de semana, la sobrina del rey Felipe VI tuvo que ser rescatada por su escolta de la Guardia Real tras una noche de fiesta que se fue de las manos.
Según diversas fuentes, Victoria no podía mantenerse en pie. Su estado era tan preocupante que los escoltas no tuvieron más remedio que intervenir. La joven, que insiste en que lleva dos años sin beber, fue vista en una situación muy diferente: bebida en mano y fumando sin reparo.
No es la primera vez que los agentes tienen que actuar. En esta ocasión, la llevaron directamente a casa. No podía volver sola. Su madre, la infanta Elena, habría dado instrucciones claras: si la cosa se descontrola, hay que llevarla a Zarzuela o al domicilio familiar. Lo cierto es que su imagen cada vez se distancia más de la discreción que intenta proyectar la Casa Real.
Un estilo de vida que preocupa
Victoria Federica se ha convertido en habitual de las fiestas más exclusivas de Madrid. Discotecas, eventos y reuniones privadas forman parte de su agenda nocturna. Su vida pública choca frontalmente con los esfuerzos de Felipe VI y Letizia por limpiar la imagen de la monarquía.
Aunque su hermano, Froilán, siempre ha sido considerado el más problemático, ella no se queda atrás. Más discreta, pero igual de desafiante, Victoria se mueve en un mundo donde su apellido pesa. No duda en utilizarlo si es necesario.
La tensión familiar es evidente. Sus desencuentros con la reina Letizia son conocidos, pero también los roces con su propia madre. No es raro que, tras una discusión, busque refugio en casa de su abuela Sofía, quien siempre la recibe sin reproches.
Mientras tanto, la preocupación crece dentro y fuera de Zarzuela. Cada nuevo episodio pone en entredicho los esfuerzos de la familia real por mantenerse al margen del escándalo. Victoria, sin embargo, parece ajena a todo. Su prioridad, al menos de momento, sigue siendo disfrutar de la noche madrileña. Cada salida nocturna de Victoria Federica se convierte en un nuevo dolor de cabeza para la Casa Real, que ve cómo su imagen se tambalea una vez más.