La escolta habla muy mal de la infanta Elena por maleducada, déspota y trato inaceptable
La situación con la infanta Elena ha llegado al punto de que algunos agentes han optado por presentar quejas formales ante sus superiores.
El ambiente en el entorno de la Casa Real española vuelve a tensarse, pero esta vez no por cuestiones de protocolo o polémicas familiares, sino por las crecientes quejas de los escoltas asignados a la infanta Elena, hija mayor de los reyes eméritos. Fuentes cercanas al cuerpo de seguridad encargado de proteger a los miembros de la familia real han revelado que la actitud y el trato de la infanta hacia su personal de seguridad está generando un profundo malestar.
De acuerdo con información proporcionada por fuentes internas, varios escoltas han solicitado ser reasignados debido a lo que describen como un trato humillante y un lenguaje inapropiado por parte de la infanta. No se trata solo de largas jornadas o exigencias profesionales; eso lo entienden como parte del trabajo. Lo que es inaceptable es el tono con el que se dirige a los trabajadores. Muchas veces usa palabras malsonantes y los trata con desdén.
La situación ha llegado al punto de que algunos agentes han optado por presentar quejas formales ante sus superiores, alegando que el comportamiento de la infanta no solo afecta su moral, sino que también dificulta su capacidad para desempeñar su labor de manera eficiente.
La infanta Elena tiene un caracter muy fuerte
Aunque la infanta Elena siempre ha sido descrita como una mujer con carácter fuerte, su trato hacia el personal de seguridad parece estar deteriorando su imagen pública y su relación con quienes trabajan para garantizar su seguridad. Varios agentes mencionan que las tensiones no son recientes, sino que han sido una constante en los últimos años. Sin embargo, los episodios de tensión han aumentado en frecuencia y severidad recientemente.
A veces no se trata de grandes incidentes, sino de un goteo constante de comentarios despectivos y un tono autoritario que resulta desgastante. No es el trato que esperas de alguien a quien proteges con tu propia vida.
Muchos admiran la personalidad fuerte de Elena
Unos testimonios de antiguos empleados, recogidos en medios del corazón, describen episodios en los que la Infanta Elena habría mostrado un trato que califican como "exigente" o "poco cercano". Aunque estas afirmaciones no han sido verificadas oficialmente, alimentan un debate recurrente sobre cómo las figuras reales interactúan con quienes les rodean.
A pesar de estas percepciones, la Infanta Elena también ha sido elogiada por su implicación en actividades solidarias y su papel como madre. Su personalidad, definida por muchos como fuerte y decidida, ha sido motivo de admiración entre sus seguidores.
Hasta el momento, ni la Casa Real ni la propia infanta Elena han emitido comentarios sobre estas acusaciones. Sin embargo, expertos en temas de monarquía coinciden en que este tipo de situaciones son especialmente delicadas, ya que pueden dañar la ya frágil percepción pública de la institución. Además, la infanta no goza de inmunidad ni privilegios dentro del organigrama oficial, lo que podría complicar aún más su situación.