La infanta Cristina contó a su hermano que Letizia va diciendo que no es hombre en la cama
Unas grabaciones acabaron delatando a Letizia

La vida matrimonial entre Letizia y Felipe VI nunca ha brillado por ser sana. La realidad es que desde hace ya varios años, la consorte se ha estado acostando con mil y un hombres diferentes a espaldas de su marido. Rompiendo así el acuerdo al que llegaron de no ser infieles y de no repetir lo que sucedió entre Juan Carlos I y la Reina Sofía. Sin embargo, gracias a Jaime del Burgo y a otros tantos informadores, hemos llegado a la conclusión de que Letizia nunca le ha sido fiel a su marido. Y lo que es más grave, le ha estado faltando al respeto de forma sistemática.
Según reveló el periodista vasco Xabier Lapitz, existen unas grabaciones en las que se puede escuchar como Letizia se burlaba de Felipe VI mientras hablaba con sus varios amantes. Dichas conversaciones no dejaban en buen lugar al Rey de España, del cual la consorte se burlaba y al que faltaba gravemente al respeto.
Frases como: “el rey es un cornudo” o como se reía de su falta de hombría en la cama son algunos de los ejemplos de las vejaciones por parte de Letizia. Sin embargo, la consorte no decidió especialmente bien a los hombres con los que se acostaba. Y es que varios de ellos eran amigos íntimos de la infanta Cristina, lo que hizo que la hermana de Felipe VI le contara varias de las burlas que hacía Letizia con sus amantes.
Felipe VI no quiso agrandar el problema
Ante esta grave situación, Felipe VI optó por mantener la calma y evitar que el problema fuera a mayores. En este sentido, lejos de cargar contra su esposa por haberle sido infiel y burlarse de él de forma especialmente irreverente, el monarca español tomó la decisión de seguir adelante y evitar que los problemas de pareja acaban trascendiendo. Y es que por el bien de Zarzuela, al Rey de España le ha tocado adoptar el papel de su madre, la Reina Sofía.
Así pues, gracias a la infanta Cristina, Felipe VI se enteró de que Letizia lo llamaba cornudo y decía que no era un hombre en la cama. Una faltas de respeto mayúsculas que, de salir a la luz, pondrían contra las cuerdas a los Reyes de España.