La infanta Cristina está necesitando ayuda médica por un cuadro agravado en las últimas 3 semanas

La infanta Cristina se encuentra en uno de los instantes más sensibles de su existencia. Durante las últimas tres semanas, su salud ha sufrido un episodio de ansiedad que ha crecido, forzándola a solicitar asistencia médica especializada.

Parece que el factor desencadenante de esta circunstancia es la presión financiera que su exmarido, Iñaki Urdangarin, ha ejercido sobre la infanta Cristina en las semanas recientes, exigiendo una mayor contribución económica.

La repercusión de las demandas financieras de Iñaki Urdangarin

Desde que se separaron en 2022, el vínculo entre Cristina e Iñaki ha estado en constante tensión, caracterizado por las conversaciones acerca de temas económicos y familiares. A pesar de que la infanta había decidido satisfacer algunas necesidades de su exmarido para asegurar su estabilidad después de su liberación, Iñaki habría aumentado sus exigencias en los últimos meses, particularmente ahora que enfrenta problemas en el trabajo y aspira a preservar un estilo de vida que se basa en gran medida en la aportación de Cristina.

Fuentes próximas señalan que estas demandas no solo abarcan el mantenimiento de su vivienda, sino también recursos extra que, de acuerdo con Iñaki, son imprescindibles para satisfacer compromisos pendientes. Esto ha provocado un severo agotamiento emocional en Cristina, quien ya soporta la carga de cuidar a sus hijos y mantener una vida discreta alejada de los escándalos que han afectado a su familia en años recientes.

La presión continua de estas peticiones financieras habría causado episodios de insomnio, nerviosismo y sensación de ahogo en la infanta, lo que la llevaría a buscar ayuda médica para manejar su ansiedad. De acuerdo con sus familiares, Cristina está siendo sometida a terapia psicológica y, si se requiere, no se descarta la posibilidad de que se le administren fármacos para estabilizar su condición emocional.

Un entorno que suma tensiones

Además de los conflictos con Iñaki, Cristina también experimenta inquietud por la aparición en los medios de comunicación de su familia. En años recientes, sus hijos mayores, Juan y Pablo, han mantenido un perfil más visible, algo que preocupa profundamente a la infanta. A pesar de su esfuerzo por mantener su fortaleza, las tensiones acumuladas parecen haber llegado a un nivel crítico en las semanas recientes.

A esto se añade su percepción de soledad dentro de la familia auténtica. Aunque su madre, la reina emérita Sofía, brinda su apoyo, Cristina se siente distante de sus hermanos, el rey Felipe VI y la infanta Elena. Su separación de la Zarzuela y su anhelo por salvaguardar su privacidad han restringido su círculo de confianza, lo que intensifica su percepción de vulnerabilidad.

Cristina, reconocida por su tenacidad frente a las dificultades, está actualmente en una etapa en la que es crucial dar prioridad a su bienestar. De acuerdo con familiares próximos, la infanta se concentra en restablecer su estabilidad emocional y tomar decisiones que la asistan en el manejo más eficaz de las presiones externas. Entre tanto, sigue comprometido con su familia y busca edificar una vida serena, apartada de las dificultades que han definido su historia.