La infanta Cristina ha necesitado ayuda médica para superar la adicción
La dependencia de la infanta Cristina era total
Si hay algo que a lo largo de los años, ha hecho daño permanente a la infanta Cristina, ha sido su matrimonio con Iñaki Urdangarin. La hija de Juan Carlos I se casó con el exdeportista en 1997, formando así una pareja que, 27 años después se acabó rompiendo en forma de doloroso divorcio para la infanta Cristina que, si bien es cierto que llevaba tiempo alejada de su marido, nunca fue capaz de superar del todo su ruptura, la cual hasta hace poco, dejó importantes cicatrices en Cristina.
En este sentido, a pesar de que el mes de enero de 2024 se confirmara el divorcio de los Duques de Palma, la realidad es que ambos llevaban vidas separadas desde 2022, cuando Iñaki Urdangarin comenzó a reconstruir su vida con Ainhoa Armentia, algo que hizo mucho daño a la infanta Cristina, que desde ese momento no cesó en sus esfuerzos para volver con un Iñaki Urdangarin que lo único que buscó de su exmujer, fue dinero. Algo que Cristina le hubiera dado a cambio de volver a estar junto a él.
La infanta Cristina estaba enganchada a Urdangarin
A pesar de todos los malos momentos que le hizo pasar, la infanta Cristina nunca fue capaz de aceptar su separación de Iñaki Urdangarin, al que la hija de Juan Carlos I estaba absolutamente enganchada y por el que, más que amor, sentía obsesión, era una completa adicta a su exmarido. Una delicada situación que acabó llevando a Cristina a terapia psicológica, pues su vida no podía depender de un hombre que nunca la quiso y que ahora solamente quería sacarle dinero.
Con el tiempo, la terapia ha acabado surtiendo efecto en una Cristina que ha comenzado el 2025 con una actitud completamente diferente respecto de un Urdangarin al que detesta y al que ahora no quiere ver ni en pintura. Y es que, mientras que unos meses atrás hubiera vuelto con él sin dudarlo, ahora no lo apoyará en nada.
De la obsesión al odio en pocos meses
La realidad es que el cambio tampoco ha sido perfecto, pues, lejos de sentir indiferencia por Urdangarin, Cristina ha comenzado a sentir un profundo odio por el hombre que durante 27 años se dedicó a serle infiel y a aprovecharse de ella. Lo que ha llevado a la hija de Juan Carlos I a tratar, por todos sus medios, de hacer daño de verdad a Urdangarin.
Así pues, después de recibir apoyo psicológico, la infanta Cristina ha sido capaz de superar la adicción que tenía a Urdangarin para comenzar a sentir un odio irrefrenable hacia él.