La infanta Cristina paga 1.200 euros al día desde hace 2 meses por una tercera residencia
La infanta Cristina equilibra su vida personal y familiar viviendo entre Londres, Ginebra y Barcelona.
La infanta Cristina de Borbón ha elegido un modo de vida itinerante que le facilita balancear sus obligaciones personales con su anhelo de mantenerse cerca de sus tres hijos, que en la actualidad residen en Londres.
Por esta razón, desde hace dos meses, Cristina abona 1.200 euros al día por hospedarse en un distinguido hotel de Londres que ha jugado un papel crucial en la historia de la realeza española, ya que su madre, la reina Sofía, también tuvo su hogar en este emblemático sitio en el pasado.
Londres: una estancia estratégica
El hotel Claridge, situado en el distinguido sector de Mayfair, se ha transformado en el tercer hogar temporal de la infanta Cristina. Este establecimiento, reconocido por su elegancia y discreción, ha sido seleccionado meticulosamente por su habilidad para brindar privacidad y seguridad a sus visitantes, atributos imprescindibles para una personalidad pública como ella.
A pesar de que el alojamiento tiene un alto costo, Cristina lo ve como una inversión imprescindible para estar cerca de sus hijos sin la necesidad de obtener una propiedad estable en Londres. Cristina viaja a la capital británica al menos dos veces a la semana, garantizando que le brinde tiempo de calidad a sus hijos, que están en ese lugar por razones académicas y laborales.
Un vínculo con Ginebra y Barcelona
Aunque realiza visitas regulares a Londres, la infanta Cristina mantiene su hogar principal en Ginebra, lugar en el que ha residido durante años junto a su hija más joven, Irene. Esta ciudad de Suiza ha sido su lugar de residencia y un santuario que le ha facilitado mantenerse alejado del foco mediático habitual en la familia real española.
Además, Cristina recientemente ha comprado un apartamento en Barcelona. Ubicada en un área privilegiada y central, esta propiedad fortalece su relación con España y le brinda un lugar estratégico para sus recorridos por el país. Este nuevo apartamento evidencia su deseo de mantenerse vinculado a su lugar de origen, mientras amplía sus alternativas de vivienda para ajustarse a su vida de viaje.
La elección de la infanta Cristina de administrar su vida entre Londres, Ginebra y Barcelona demuestra su habilidad para ajustarse a las demandas de su familia y a las demandas de su cargo. A pesar de que mantener viviendas en diversas ciudades y asumir el gasto de un hotel de lujo en Londres pueda parecer excesivo, para Cristina es un método útil para balancear su vida personal y familiar.
Con el paso del tiempo, la infanta ha evidenciado una capacidad singular para reestructurar su vida frente a nuevas situaciones. A pesar de que algunos pueden cuestionar sus elecciones, estas muestran un profundo compromiso con sus hijos y la búsqueda de una vida privada que le brinde la libertad de actuar. Por lo tanto, Cristina continúa demostrando que, incluso en situaciones más complicadas, se puede dar prioridad al bienestar familiar sin descuidar las obligaciones individuales.