La infanta Cristina se tuvo que llevar a Irene Urdangarin de Zarzuela por problemas graves
De Madrid a Oxford: la infanta Cristina busca un nuevo rumbo para Irene Urdangarin tras problemas de conducta.
El apellido Urdangarin vuelve a ocupar titulares, pero esta vez no por los escándalos financieros de Iñaki, sino por los problemas de comportamiento de Irene, la hija menor de la infanta Cristina. La estancia de Irene en el Palacio de la Zarzuela, planeada inicialmente como una solución temporal, terminó en una pesadilla que forzó a su madre a tomar una drástica decisión: trasladarla a Londres y matricularla en la prestigiosa Universidad de Oxford.
El comportamiento de Irene Urdangarin, marcado por salidas nocturnas y malas influencias, fue motivo de preocupación tanto para la infanta como para la Familia Real. Según fuentes cercanas, la joven había comenzado a frecuentar el círculo social de su prima Victoria Federica, conocido por su afición a las fiestas y el descontrol. Este entorno, combinado con la tensión familiar tras la separación de sus padres, habría llevado a Irene a un punto crítico.
Un fracaso en Zarzuela: entre fiestas y tensiones familiares
Irene Urdangarin llegó a la Zarzuela como una solución provisional tras no haber logrado ingresar en la Universidad de Lausana, donde tenía planeado estudiar Administración y Dirección Hotelera. Según se comenta, la joven no superó las pruebas de acceso y su bajo rendimiento académico quedó al descubierto. Para evitar más rumores, se ideó un "año sabático" que incluiría clases de idiomas y actividades de voluntariado, pero lo que realmente ocurrió en Madrid fue muy diferente.
La convivencia en Zarzuela resultó insostenible. Los rumores apuntan a que la reina Letizia no veía con buenos ojos la presencia de Irene en el Palacio, especialmente por sus frecuentes salidas nocturnas. El descontrol era tal que incluso se habló de la posibilidad de que Irene estuviera siguiendo los pasos de sus primos Froilán y Victoria, ambos conocidos por protagonizar titulares poco favorables.
Oxford: ¿un nuevo comienzo o más de lo mismo?
Ante esta situación, la infanta Cristina optó por alejar a su hija del entorno tóxico de Madrid y trasladarla a Londres, esperando que la distancia y un nuevo ambiente académico ayudaran a Irene a centrarse. Sin embargo, los primeros meses en Oxford han dejado mucho que desear. La joven ya ha recibido varias amonestaciones por faltas de asistencia y una actitud que, según fuentes internas, refleja poca seriedad hacia sus estudios. Aunque la situación parece crítica, Cristina se mantiene optimista. La exesposa de Iñaki Urdangarin está convencida de que su hija necesita tiempo para adaptarse y que el cambio de entorno será positivo a largo plazo. Sin embargo, en los círculos cercanos a la Familia Real, la preocupación es palpable. Muchos temen que Irene termine siendo otro foco de controversia para una monarquía que ya enfrenta suficientes problemas.
El traslado de Irene a Londres ha sido interpretado por algunos como un intento desesperado de la infanta Cristina por salvar la imagen de su hija y, de paso, la suya propia. Con un matrimonio roto, un exmarido envuelto en escándalos judiciales y ahora una hija que parece haber heredado el gusto por la polémica, Cristina no tiene un respiro. ¿Logrará Irene Urdangarin superar este bache y aprovechar la oportunidad que le brinda una educación en Oxford? Solo el tiempo lo dirá. Mientras tanto, la joven sigue en el punto de mira, con una Familia Real que no puede permitirse más "ovejas negras".