La infanta Elena comienza 2025 con un diagnóstico demoledor
El tratamiento no surte efecto y la infanta Elena ya se teme el peor final
La infanta Elena siempre se ha caracterizado por ser la hija más cercana a Juan Carlos I. El emérito siempre ha encontrado en Elena a su mayor apoyo y a aquella persona en la que apoyarse en los momentos más complicados. Siendo uno de ellos el de este comienzo de año, en el que el equipo médico encargado de hacer seguimiento constante a Juan Carlos I se habría puesto en contacto con la infanta Elena para hacerle llegar una complicada noticia sobre este próximo año 2025, el cual no se espera que sea especialmente positivo para el emérito.
En este mismo sentido, según han revelado ciertas informaciones, los encargados de llevar el tratamiento para mantener la movilidad del Rey Juan Carlos I, han hecho saber a la infanta Elena que su padre, difícilmente podrá volver a caminar con normalidad. En este sentido, a pesar de que, por ahora, todavía puede moverse ligeramente, todo apunta a que en poco tiempo el emérito acabará postrado en una silla de ruedas, lo que le impedirá poder hacer vida normal y lo obligará a depender de una tercera persona para poder ir de un lado a otro.
Elena ya ha reunido a sus hermanos
Ante esta delicada situación, la infanta Elena ya se ha puesto en contacto con Felipe VI y la infanta Cristina para trasladarles la dolorosa noticia. Y es que, en Zarzuela ya hace tiempo que tomaron la decisión de que fuera Elena, la encargada de recibir todas las noticias referentes a diagnósticos y de trasladarlas a sus hermanos y al resto de interesados dentro de la Casa Real. Pues, siempre ha sido ella la persona más cercana a su padre, Juan Carlos I.
En este mismo sentido, todo apunta a que el emérito necesitará que uno de sus hijos se mantenga lo más cerca posible para evitar dejarlo solo. Pues, con su reducida movilidad, Juan Carlos I ya no se podrá quedar solo en ningún momento, lo que podría llevar a Elena a trasladarse para vivir con su padre.
Unos últimos años muy duros para Juan Carlos I
La realidad es que la infanta Elena está devastada por el demoledor diagnóstico que ha recibido por los médicos. Pues, si algo no quería Elena, era ver a su padre soportando un final de vida agónico o en el que no fuera libre, algo que no podrá ser, ya que ya sabe que ahora deberá ir para siempre, en silla de ruedas.