La infanta Elena está viviendo un infierno con Victoria Federica
Jaime de Marichalar ha convertido a Victoria Federica en una estrella mediática
A lo largo de estos últimos meses, Victoria Federica se ha convertido en una de las caras más conocidas de la Casa Real española. La hija de la infanta Elena ha sido capaz de usar las redes sociales para así pasar a ser una de las influencers con más notoriedad de todo el panorama español. Una situación que no hace ninguna gracia en Zarzuela, donde están convencidos de que lo mejor es que todos los miembros de la Casa Real tengan un perfil bajo y eviten ser demasiado reconocidos a través de redes sociales o en televisión. Algo que no está haciendo Victoria Federica, que se ha convertido en toda una estrella.
Ante esta situación, no han sido pocas las ocasiones en las que Felipe VI ha tenido que llamar la atención a la infanta Elena por culpa del comportamiento de Victoria Federica. El Rey de España ha pedido a su hermana que ponga fin a las apariciones públicas de una Victoria Federica que está constantemente expuesta a las redes sociales. Lo que puede acabar muy mal para los intereses de la Casa Real.
La realidad es que Victoria Federica siempre ha sido la viva imagen de su padre. La joven está muy lejos de tener un perfil bajo como el de su madre. Victoria siempre ha sido mucho más cercana a su padre, Jaime de Marichalar, que siempre ha animado a su hija a seguir su sueño y a no hacer caso alguno a lo que le digan desde Zarzuela.
La infanta Elena es incapaz de parar a su hija
Según han revelado fuentes cercanas a Casa Real, no han sido pocas las charlas que ha tenido la infanta Elena con su hija. Sin embargo, ninguna de ellas ha tenido efecto alguno sobre las decisiones de Victoria Federica, que no tiene intención alguna de dejar de ser una de las influencers con más renombre en todo España. Una decisión que está causando dolores de cabeza constantes a la infanta Elena.
Así pues, por culpa de la gran presencia mediática de Victoria Federica, ha sido que la infanta Elena está comenzando a vivir un auténtico infierno. Y es que, a pesar de haberle dado mil y un motivos por los que le conviene dejar las redes sociales, la joven se niega a hacer caso a su madre y a su tío.