La infanta Elena fue quien pidió a Letizia que dejara de decir palabrotas y la contestación fue humillante

Las diferencias entre dos mujeres muy distintas vuelven a salir a la luz

La infanta Elena fue quien pidió a Letizia que dejara de decir palabrotas y la contestación fue humillante

La relación entre la infanta Elena y la reina Letizia nunca fue cercana. Desde el primer día, la hermana del rey Felipe la miró con desconfianza. Para Elena, Letizia era una plebeya que había entrado en la Casa Real con demasiadas ideas propias. No la ayudó a adaptarse ni intentó suavizar las cosas. A diferencia de su hermana Cristina, que sí hizo el esfuerzo por integrarla, Elena decidió seguir los pasos de su padre, Juan Carlos I, y marcar distancia.

Y no solo eso. La infanta Elena, orgullosa defensora del reinado de su padre y fiel escudera en los peores momentos, siempre sintió que Letizia quería barrer con todo lo anterior. Especialmente con Juan Carlos. Está muy dolida por cómo Felipe VI gestionó su exilio. Cree que Letizia fue determinante en esa decisión, y que su hermano no supo plantarse.

A pesar de las diferencias, Elena ha hecho lo posible por proteger a su padre, incluso enfrentarse al propio rey. Reformó su casa por si debía acogerle algún día, y viaja con frecuencia a los Emiratos para verle. También a Ginebra. Nunca lo ha dejado solo.

Infanta Elena

Un enfrentamiento incómodo en la familia Real

Pero el momento más tenso entre ambas mujeres llegó en una comida familiar. La infanta Elena ya no aguantaba más los modales de Letizia. En especial, su forma de hablar. Le molestaban profundamente las palabrotas que soltaba con naturalidad. Las más suaves eran “jolines”, pero también usaba expresiones mucho más gruesas: “puta”, “coño”, “hostia”… En Zarzuela, eso no se toleraba. Al menos, no antes.

En un arrebato de hartazgo, Elena le pidió directamente que moderara su lenguaje. Que una reina no podía hablar así. Que la Casa Real debía mantener cierta dignidad. Pero la respuesta de Letizia fue un corte seco que dejó helada a la sala:
“España es así.”

Una frase cargada de intención. Con esas palabras, Letizia no solo le dejaba claro que no pensaba cambiar, sino que estaba dispuesta a transformar la institución desde dentro.

Y para Elena, eso fue una humillación. Una muestra más de que el mundo que ella conocía se estaba desmoronando.