La infanta Elena ha necesitado tratamiento durante nueve meses por su adicción

La infanta Elena pasaba noches despierta gastando miles de euros

La infanta Elena ha necesitado tratamiento durante nueve meses por su adicción

En estos últimos tiempos, el papel de la infanta Elena dentro de la Casa Real se ha basado más en controlar las peripecias de Victoria Federica y de Froilán que a representar la Realeza. De hecho, por orden de Letizia, Felipe VI decidió que lo mejor era que dejara de formar parte de la mayoría de actos oficiales de la Corona. Una situación que acabó provocando que la hija mayor de Juan Carlos I pasara a un segundo plano en cuanto a su relevancia mediática. Sin embargo, la realidad es que en su vida privada no le han faltado los dolores de cabeza.

A pesar de que tiene una vida mucho más tranquila y está alejada de los medios. La realidad es que en estos últimos tiempos la infanta Elena se ha tenido que comenzar a controlar por culpa de una de sus peores adicciones. Y es que, la hermana mayor de Felipe VI habría necesitado un largo tratamiento para acabar con una adicción que, durante años, había perturbado su vida.

Elena

En este sentido, tal y como contaron en Socialité, en 1990 ya detectaron una importante adicción de la infanta Elena a la teletienda, donde se pasaba noches enteras despierta comprando todo lo que aparecía en la pantalla. Sin embargo, tenía especial fijación por los productos adelgazantes, los cuales compraba sin pensárselo.

Elena ha estado 9 meses de tratamiento

Para poner fin al problema de Elena con las compras, tuvo que estar más de seis meses bajo tratamiento psicológico para que dejara de gastar miles de euros en productos absolutamente inservibles para ella. Sin embargo, a pesar de que, en su momento, el tratamiento tuvo su efecto, la realidad es que con la llegada de las nuevas tecnologías, la infanta Elena ha tenido que soportar constantemente la tentación de recaer.

Con la llegada de Amazon, la teletienda se ha convertido en una broma al lado de una aplicación que le permite hacer ese mismo tipo de compras, ya no solamente en la noche, sino que también durante el resto del día. Lo que habría provocado que la hija mayor de Juan Carlos I volviera a caer, durante un tiempo, en los infiernos de su pasado como compradora compulsiva. Sin embargo, parece que esos nueve meses de tratamiento acabaron sirviendo para que la infanta Elena no volviera a recaer completamente en su adicción a las compras a través del teléfono. Algo que, en su momento, le ocasionó graves problemas personales.