La infanta Elena recibe una pensión por un trastorno diagnosticado en la adolescencia

La infanta Elena se escondía de sus padres para dar rienda suelta a su adicción

La infanta Elena recibe una pensión por un trastorno diagnosticado en la adolescencia

Podemos decir que la infanta Elena tiene una vida más que tranquila. La hija mayor de Juan Carlos I y la reina Sofía ha sido capaz de gestionar muy bien su vida y gracias a sus contactos y al simple hecho de que su apellido sea Borbón, ha hecho que, no solo tenga un patrimonio descomunal, sino que, además, sin ser una persona brillante en el campo profesional, se haya metido a un puesto de alta relevancia dentro de la empresa aseguradora Mapfre, donde, según detalla, estaría ingresando unos 25.000 euros al mes.

Sin embargo, como siempre ha sido el caso con la hija mayor de Juan Carlos I, la infanta Elena es incapaz de generar el más mínimo ahorro con todo lo que gana. Y es que aunque nos puede resultar hasta complicado imaginar en qué puede llegar a gastar tanto dinero al final del mes, la realidad es que la infanta Elena es capaz de quedarse sin un euro de su sueldo cuando llega el día 30. Todo por su adicción a las compras.

Elena

Elena necesitó tratamiento psicológico en su adolescencia

Los problemas que todavía arrastra la infanta Elena han sido algo que la ha acompañado desde que tiene uso de razón. Durante su juventud, Elena descubrió la teletienda. Ahí promocionan artículos de lo más curiosos e interesantes que seducían a la hermana de Felipe VI. La cual, lejos de contener sus ganas de comprar, rápidamente llamaba al número que aparecía en pantalla para realizar cualquier compra. Lo que la llevó a generar gran preocupación en sus padres, que la llevaron al psicólogo para tratar una dicción que sigue con Elena.

Y es que, mientras que ahora ya no usa la teletienda. Elena ha comenzado a usar Amazon y todos los portales de venta por internet, en los cuales se dedica a comprar cualquier chorrada que llegue a ver. Lo que hace que su gasto llegue a límites que nadie se podría imaginar.

Así pues, este afán de la infanta Elena a la hora de gastar, le habría venido por culpa de una adicción a las compras que arrastra desde que era joven y vivía con sus padres en Zarzuela.