La infanta Elena, rota después de confirmar el diagnóstico, no hay solución

Los médicos de Juan Carlos I han confirmado los peores pronósticos

La infanta Elena, rota después de confirmar el diagnóstico, no hay solución

Hace mucho tiempo que a Zarzuela no llegan noticias especialmente buenas respecto del estado de salud de Juan Carlos I. El emérito no responde a ningún tipo de tratamiento orientado a recuperar la movilidad en su pierna izquierda. Una situación que ha hecho que, desde Ginebra, ya hayan comunicado a la infanta Elena, que el diagnóstico y el pronóstico para su padre no es nada alentador. Y es que, tras haberlo estado probando durante años de todas las formas posibles, los problemas físicos de Juan Carlos I ya no van a tener ningún tipo de solución.

Después de ver que ya no hay ninguna forma para hacer que Don Juan Carlos pueda volver a caminar, todos los esfuerzos por parte del equipo médico a cargo del cuidado del emérito van a estar centrados en hacer que los dolores del padre de Felipe VI vayan desapareciendo o que, al menos, vayan menguando y permitan que Juan Carlos I tenga una calidad de vida mínimamente digna.

Juan Carlos

Un golpe duro para Juan Carlos I y para Elena

Tal y como hemos podido saber, este reciente diagnóstico ha caído como una auténtica losa sobre los ánimos de Juan Carlos I y de la infanta Elena. Ambos han quedado absolutamente devastados con el hecho de saber que el emérito no va a ser capaz de volver caminar en su vida y que va a tener que pasar el resto de sus días postrado en una silla de ruedas. Algo que no hace ninguna gracia a Don Juan Carlos.

De este modo, tras llegar a la conclusión que el estado de salud de Juan Carlos I es ya irreversible, los médicos han tomado la decisión de cambiar el foco del tratamiento para centrarse en limitar los efectos de los problemas físicos del emérito. Es decir, que van a trabajar para reducir los dolores que sufre Juan Carlos I, para que pueda tener una calidad de vida digna. Algo que harán a través de un tratamiento con células madre y plaquetas.

Así pues, tanto la infanta Elena como Don Juan Carlos han quedado absolutamente devastados por culpa del más reciente diagnóstico que le han dado al emérito, que ya sabe que sus problemas de cadera ya son absolutamente irreversibles y que no va a poder volver a andar.