La infanta Elena se reúne con su hermano para pactar una salida incómoda de la familia
Felipe y Cristina se han encontrado para buscar una posible solución que podría implicar un cambio importante en la vida de Victoria Federica.
En los últimos días, se ha generado un notable revuelo en torno a la Casa Real española debido a una situación familiar incómoda que involucra a la infanta Elena, su hija Victoria Federica de Marichalar y la reina Sofía. Fuentes cercanas a la familia aseguran que la infanta y el rey Felipe VI se han reunido para abordar una posible solución que podría implicar un cambio importante en la vida de Victoria.
Victoria Federica, de 23 años, ha estado residiendo en el Palacio de la Zarzuela junto a su abuela, la reina Sofía, desde hace algunos meses. Sin embargo, según informes no confirmados, la convivencia entre ambas se ha vuelto complicada. La reina emérita, conocida por su carácter discreto y su sentido del deber, no estaría cómoda con el estilo de vida más mediático y desenfadado de su nieta, quien ha ganado notoriedad en redes sociales y programas de televisión.
Además, el creciente interés de Victoria en el mundo del espectáculo y la moda habría generado tensiones dentro de la familia. Según estas mismas fuentes, ni la reina Sofía ni el rey Felipe consideran apropiado que Victoria mantenga una exposición pública tan elevada mientras viva en un entorno tan institucional como Zarzuela.
Felipe VI y Elena intentas buscar lo mejor para Victoria Federica
Ante esta situación, la infanta Elena ha asumido el papel de mediadora y ha propuesto una salida temporal para su hija. En una reunión privada con el rey Felipe VI, ambos habrían discutido la posibilidad de que Victoria se traslade al extranjero para trabajar y alejarse de los focos mediáticos en España. Elena, siempre cercana a sus hijos, no se opondría a esta medida si eso contribuye a aliviar la tensión familiar.
Sin embargo, el principal obstáculo parece ser la propia Victoria. Fuentes allegadas señalan que la joven no está dispuesta a abandonar España ni a renunciar a sus proyectos profesionales en el país. Además, el rey emérito, Juan Carlos I, se ha mostrado comprensivo con su nieta y habría expresado su deseo de que permanezca cerca de la familia.
Felipe VI toma una postura firme para el futuro de Victoria Federica
Felipe VI, por su parte, ha adoptado una postura más estricta. Fuentes cercanas aseguran que el monarca considera que la imagen de la Casa Real debe estar por encima de los intereses personales de sus miembros. Por ello, ha dejado claro que, si Victoria no modifica su comportamiento, no podrá seguir residiendo en Zarzuela.
El rey, consciente de la importancia de mantener una imagen institucional impecable, entiende que cualquier acción de Victoria puede tener repercusiones públicas. Esta situación es especialmente delicada en un momento en que la monarquía busca reforzar su papel en la sociedad española.