La infanta Elena, superada por la mala vida de Victoria Federica, 4 días seguidos de fiestas
Las celebraciones empiezan los jueves y no aparece hasta el domingo.
La infanta Elena atraviesa un difícil momento familiar, marcado por la vida descontrolada de su hija, Victoria Federica. En los últimos tiempos, la joven ha llevado su vida de fiestas al extremo, con cuatro noches consecutivas de celebraciones que la han mantenido alejada del hogar familiar, ya que suele salir los jueves y no regresa hasta el domingo por la tarde. Esta situación ha generado gran preocupación en la familia.
A pesar de haber vivido con la infanta la mayor parte de su vida tras el divorcio de Elena y Jaime de Marichalar, Victoria ha tomado distancia. Aunque regresa de vez en cuando, procura evitar pasar tiempo con su madre, lo que provoca frecuentes tensiones y discusiones entre ambas.
Casa Real ha intervenido
Con múltiples controversias que han rodeado a los hijos de la hermana de Felipe VI, Casa Real ha intervenido en varias ocasiones. Tras el exilio de Froilán, ahora se especula sobre el futuro de Victoria, cuyo estilo de vida está muy lejos de ser el ideal para la infanta, quien ha intentado inculcar valores de discreción y responsabilidad en sus hijos.
Además de sus escandalosas fiestas, Victoria Federica ha atraído la atención mediática por su actitud despreocupada hacia sus obligaciones. La infanta ha intentado limitar el descontrol de su hija, pero se encuentra en una lucha constante. Los lujos excesivos de Victoria, que incluyen gastos de más de 7,000 euros mensuales en viajes y cenas, y su desinterés por comportarse adecuadamente, han generado fricción en la relación madre-hija. Esto ha desembocado en que Zarzuela intervenga. Según algunos reportes, Felipe ha llamado a su hermana para solicitarle que ponga límites a su hija e incluso se ha dicho que Casa Real está detrás de algunos fracasos en la carrera de Victoria.
Su padre parece ser una mala influencia
Según algunos rumores, la infanta cree que Jaime de Marichalar, el padre de sus hijos, es una mala influencia para Victoria. Actualmente De Marichalar actúa como manager de su hija y, supuestamente, refuerza el estilo de vida extravagante de su hija, lo que ha sido un punto de conflicto para la infanta. Esta situación ha llevado a que Elena se sienta impotente al respecto, repitiendo el clásico mensaje de madre: "Mientras vivas bajo mi techo, harás lo que yo diga".
Sin mostrar interés en cambiar su rumbo, Victoria parece decidida a vivir al máximo, disfrutando de una vida nocturna que preocupa a su madre y a la propia Casa Real, que busca mantener una imagen de discreción y respeto. Con el fin de no ser vista resacosa, a veces se queda en Zarzuela, lo que ha contribuido a que la infanta se sienta aún más frustrada y preocupada por el futuro de su hija.