La infanta Sofía amenaza a su madre, Letizia, con no volver a Zarzuela
La mano dura de Letizia incomoda a la infanta Sofía
La infanta Sofía está entrando a la recta final de su formación en el bachillerato internacional que la ha llevado a estudiar en Gales. La hija menor de los Reyes de España está decidida a proseguir con su formación académica lejos Madrid. Y es que, a pesar de no haber sido la estudiante más brillante que ha pasado por el UWC Atlantic College de Gales, tiene claro que debe acabar de formarse para tener un buen futuro profesional. Un plan, el de la infanta Sofía que no acaba de gustar a Letizia, que quiere tenerla de vuelta en casa.
Letizia siempre ha destacado por ser una madre extremadamente controladora y con la necesidad de saber lo que sus hijas hacen a todas horas. Una mala costumbre que no se ha podido trasladar en la nueva vida de Leonor y de la infanta Sofía, que desde que abandonaron su vida en Zarzuela, han comenzado a disfrutar de la vida en libertad y sin la presión por parte de su madre.
En este mismo sentido, según han revelado fuentes cercanas a la Casa Real, lo último que pasa por la cabeza de la infanta Sofía, es el de volver a vivir en Zarzuela junto a sus padres. La hija menor de los Reyes de España sabe que si vuelve a la residencia real va a perder toda la libertad que ha encontrado en Gales y ya lo habría hecho saber a sus padres, a los que ha pedido viajar hasta los Estados Unidos.
Felipe VI propone una alternativa a Sofía
La realidad es que en Zarzuela no acaban de ver con buenos ojos que su hija pequeña viaje hasta Nueva York para estudiar su carrera. En cambio, a Felipe VI le gustaría que, al igual que Leonor, Sofía se formara en materia militar en Marín, Zaragoza o en otro centro de formación militar en España. Sin embargo, como aseguran desde ElConfidencial, los padres de la joven no la forzarán a seguir ningún camino en concreto.
Así pues, la infanta Sofía ya ha amenazado con no volver a vivir en Zarzuela. La hija menor de Letizia y Felipe VI no tiene intención alguna de estar, de nuevo, bajo el control enfermizo de su madre, que durante años estuvo controlando cada paso que daban sus dos hijas.