La reina Sofía apartó a la infanta Cristina cuando fue consciente de que era adicto a la droga
Cristina fue salvada por su madre de una relación que la llevaría a la desgracia
La Casa Real española ha estado marcada por la tradición y la expectativa, especialmente en lo que respecta a las relaciones sentimentales de sus miembros. Juan Carlos I y Sofia han seguido de cerca las relaciones de sus hijos, interviniendo, oponiéndose y tomando el control de la situación cuando ha sido necesario.
Tal es el caso de la infanta Cristina, la segunda hija de los reyes eméritos, quien enfrentó el escrutinio familiar en su vida amorosa. En 1997, Cristina se casó con Iñaki Urdangarin, un exjugador de balonmano, con quien tuvo cuatro hijos y de quien actualmente se encuentra divorciada. Pero antes de conocer a Urdangarin, Cristina tuvo una relación con Jesús Rollán, un destacado portero de la selección española de waterpolo en los años 90, quien estuvo ligado a fuertes problemas con drogas.
La peligrosa relación de Cristina con Rollán
Rollán no solo fue una figura prominente en el deporte, sino que también llevaba una vida personal llena de excesos. Su estilo de vida desenfrenado incluía el consumo de drogas, lo que generó una gran preocupación en la reina Sofía. Según diversas fuentes, los escoltas de la infanta tenían dificultades para seguir el ritmo de Jesús, quien conducía a altas velocidades y mantenía hábitos poco saludables entre competiciones.
La situación llegó a un punto crítico cuando Sofía, al enterarse de los problemas de Rollán, decidió intervenir. Los escoltas de Cristina, incapaces de mantener el control sobre la situación, alertaron a la reina sobre el comportamiento imprudente de su hija y su pareja. La reina, preocupada por la imagen de la familia real y el bienestar de su hija, presionó a Cristina para que terminara con esta relación inmediatamente. Esta intervención marcó un punto de inflexión en la vida de la infanta, quien eventualmente se distanció de él y terminó construyendo, más adelante, una relación con Iñaki Urdangarin.
Cristina habría sido viuda
La vida de Rollán terminó de manera muy trágica. Si las dificultades que ha enfrentado Cristina con Iñaki tras el caso Nóos han sido difíciles, de haber continuado su relación con Jesús hasta llegar al matrimonio y formar una familia, la realidad hubiese sido mucho peor.
Rollán atentó contra su vida en año 2006. Su historia terminó con el suicidio, el abuso de las drogas fue ingrediente más que aceleró un problema de salud mental. El deportista tenía miedo a la soledad, según el libro escrito por los periodistas Francisco Ávila y Alberto Martínez, con la ayuda de sus familiares y amigos, “Jesús Rollán eterno”, esto era un patrón evidente que había mostrado en su vida, por eso su casa era un hostal para sus amigos, odiaba la soledad. Situación que tras el divorcio y su retiro del deporte se acentuó, su madre intervino en la situación y busco ayuda, pero ninguna terapia funcionaba, hasta que Rollán acabó con su vida.
Según el portal menshealth.com Jesús fue muy querido durante su vida, pero en este momento hubo cierta desconexión con todos y esto detono más la crisis. Incluso hace referencia a una anécdota particular con Iñaki Urdaganrin y Cristina, a quienes consideraba amigos cercanos. Rollán había comprado un traje para asistir a su boda, a la que no fue porque nunca recibió la invitación que tanto esperaba. Esto le afectó moralmente, esta y muchas otras experiencias acentuaron su sensación de soledad, y finalmente tomo una decisión sin retorno.
Esta historia ha marcado el mundo del deporte, donde Jesús Rollán es un referente de lo mal que pueden terminar las cosas por no buscar ayuda a tiempo y refugiarse en los excesos y las drogas. Para Cristina, quien fue muy cercana al deportista y que, de hecho, conoció a Iñaki por él, esto le debe haber tocado muy cerca, pero no tanto como lo hubiera hecho si la reina Sofía no hubiera seguido su instinto materno que le llevo a poner punto final a aquella relación que nada positivo habría traído a sus hijas y a Casa Real.