La reina Sofía cambia el testamento y comunica a su hijos su última voluntad
La reina Sofía sufre un traspiés de salud y empieza a preocuparte por su avanzada edad
La reina Sofía ha manifestado una gran preocupación desde que su hermana, Irene de Grecia, comenzó a mostrar signos de enfermedad. Según ha informado una conocida publicación, Irene podría estar enfrentándose al Alzheimer. En los últimos meses, ha presentado algunos episodios de despistes y olvidos que han alarmado a su entorno cercano. Por esta razón, se ha organizado un seguimiento médico con especialistas en el Palacio de la Zarzuela para intentar ralentizar el progreso de la enfermedad. La reina emérita se ha volcado completamente en el cuidado de su hermana y rara vez se separa de ella, demostrando una vez más el fuerte vínculo que siempre han compartido. Este momento crítico también ha llevado a Sofía a tomar decisiones importantes respecto a su propio futuro.
Consciente de que la edad no perdona y de que cualquier día podría enfrentar complicaciones de salud, la reina Sofía ha decidido actualizar su testamento ante notario. Su intención es evitar problemas a sus tres hijos, Felipe, Elena y Cristina, cuando llegue el momento. Además, ha redactado sus últimas voluntades con el objetivo de que se respeten sus deseos, temiendo que el desconocimiento o las diferencias entre sus hijos puedan llevar a decisiones contrarias a lo que realmente desea.
La reina Sofía no quiere descansar eternamente con Juan Carlos
En el ámbito personal, es de sobra conocido que el matrimonio entre Sofía y Juan Carlos no estuvo fundamentado en el amor. La relación, que comenzó con esperanzas de que el afecto creciera con el tiempo, se deterioró a raíz de las numerosas infidelidades del rey emérito. Se calcula que Juan Carlos mantuvo relaciones con más de 5,000 mujeres durante su vida, mientras que no hay registros que indiquen que Sofía haya tenido alguna relación sentimental fuera de su matrimonio. Esta situación ha llevado a la reina emérita a expresar su deseo de no compartir eternamente un lugar de descanso junto al padre de sus hijos.
En lo que respecta a sus funerales, las voluntades de la reina Sofía contrastan claramente con las de Juan Carlos. Mientras que él desea ser enterrado en el Panteón de los Reyes de El Escorial, pese a las limitaciones de espacio, Sofía prefiere ser incinerada y que sus cenizas se esparzan en el mar Egeo, el mismo que la vio nacer. Pilar Urbano, periodista, aseguró que la reina emérita desea un acto discreto, en contraste con el homenaje monumental que anhela Juan Carlos. Así, incluso en la eternidad, sus caminos estarán separados.