La reina Sofía comparte cama con la misma mujer desde hace 40 años
Sale a la luz el secreto mejor guardado de Zarzuela: la reina emérita Sofía y su confidente durmieron juntas por décadas.
La vida de la reina Sofía ha estado marcada por el deber, los sacrificios y las humillaciones públicas. Desde que contrajo matrimonio con el rey emérito Juan Carlos I, su relación estuvo lejos de ser un cuento de hadas. A pesar de la imagen de familia perfecta que intentaron proyectar, las infidelidades de Juan Carlos y los numerosos escándalos que lo rodearon destruyeron cualquier posibilidad de felicidad conyugal.
Sin embargo, en medio de esta tormenta, Sofía encontró un refugio inesperado: su hermana menor, Irene de Grecia. Desde hace cuatro décadas, Irene se ha convertido en el mayor apoyo emocional de la reina. Tanto es así que ambas compartieron no solo confidencias y rutinas diarias, sino también la misma cama durante años. Este dato, que muchos consideran insólito, refleja la cercanía y dependencia emocional que existe entre ellas.
Irene de Grecia: cuatro décadas de compañía y sacrificio familiar
La llegada de Irene de Grecia a Zarzuela se produjo en 1975, en principio como una visita temporal tras la muerte de Francisco Franco. Pero esos "cinco días" que ella misma mencionó en tono de broma se convirtieron en más 40 años de convivencia. Irene, quien renunció a tener una vida propia para acompañar a su hermana, se instaló inicialmente en una zona improvisada del palacio, ya que no existía un espacio destinado para ella.
Durante años, la relación entre ambas hermanas fue tan estrecha que incluso compartieron habitación y cama. Este detalle, que podría parecer anecdótico, revela la soledad que ha enfrentado la reina Sofía en su vida. Las infidelidades de Juan Carlos I, los escándalos que afectaron a sus hijos y los rumores constantes de desavenencias familiares la dejaron aislada, encontrando en Irene su único apoyo incondicional.
La Casa Real realiza ajustes en Zarzuela para garantizar la atención médica de Irene de Grecia
Sin embargo, los años no han pasado en vano para Irene de Grecia, quien a sus 82 años enfrenta serios problemas de salud. Su delicado estado, marcado por el Alzheimer y una movilidad cada vez más limitada, obligó a la Casa Real a adaptar un espacio exclusivo para ella dentro de Zarzuela. Ahora cuenta con una suite propia, diseñada para atender sus necesidades médicas con ayuda de enfermeros y personal especializado. Y aunque ya no comparten cama ni habitación, la relación entre las hermanas sigue siendo profundamente cercana. Irene, conocida como "la tía Pecu", ha sido una presencia constante en la vida de la reina emérita y sus hijos. Es habitual verla en un discreto segundo plano durante los actos oficiales, reflejando su papel de apoyo silencioso en una familia que no siempre ha sabido devolverle el mismo cariño.
La historia de Sofía e Irene es un testimonio de la importancia de los lazos familiares en medio de la adversidad. Aunque la reina Sofía ha sido etiquetada como "la cornuda de España" por los escándalos de su esposo, ha demostrado una resiliencia admirable, gracias en gran parte al apoyo de su hermana menor. Hoy, con Irene enfrentando sus propios desafíos de salud, la reina Sofía se encuentra nuevamente en una posición de cuidadora, cerrando un ciclo de apoyo mutuo que ha definido su relación.