La reina Sofía convertirá a su hijo, Felipe VI, en multimillonario

Sofía asegura la fortuna de Felipe VI sin manchar su imagen.

La reina Sofía convertirá a su hijo, Felipe VI, en multimillonario

La reina Sofía está preparando su legado con calma y discreción. A sus 87 años, tiene claro que el final se acerca y no quiere dejar ningún cabo suelto. Tras una vida marcada por la lealtad a la Corona y al rey Juan Carlos, ahora es ella quien toma el control. Quiere que sus hijos no sufran más polémicas. Y sobre todo, quiere que Felipe VI no pase por el mismo mal trago que con su padre.

El actual monarca renunció públicamente a la herencia de Juan Carlos I. Fue una decisión dura, pero necesaria para salvar su imagen y la institución. Sin embargo, no hará lo mismo con la fortuna de su madre. La reina emérita tiene una reputación intachable, y Felipe no tiene razones para alejarse de su legado. De hecho, Sofía se asegurará de dejarle una gran parte de su patrimonio. Será su forma de recompensarlo por su papel como rey y por mantenerse al margen de los escándalos del pasado.

Reina Sofía

El plan de reparto y los otros beneficiados

El testamento de Juan Carlos I está escrito. Ahí figuran las infantas Elena y Cristina, además de dos mujeres clave en su vida: Marta Gayá, su última pareja, y la propia reina Sofía. Ella, pese a todos los desprecios sufridos, se mantuvo firme. Juan Carlos lo sabe y no piensa dejarla fuera.

Si Sofía sobrevive al rey emérito, heredará parte de su fortuna. Y tras su fallecimiento, esa misma herencia pasará directamente a manos de Felipe VI. De este modo, el rey acabará recibiendo indirectamente una gran cantidad de dinero, convirtiéndose en multimillonario sin manchar su imagen.

Mientras tanto, Elena y Cristina se llevan la parte más grande. Heredarán de ambos padres y también de Sofía, especialmente joyas de gran valor. Además, han planeado cuidadosamente cómo evitar que la Hacienda española meta mano. Cristina mantiene su residencia fiscal en Suiza, y Elena ha delegado en Froilán, que vive en Abu Dabi, el papel de intermediario.

Así se cierra el círculo. Sin sobresaltos, sin titulares incómodos. Sofía se asegura de dejarlo todo en orden. Y Felipe, sin buscarlo, acabará recibiendo lo que un día rechazó por obligación.