La reina Sofía ha escondido un problema de alcoholismo grave en la familia, se bebía hasta el perfume
Una crísis que Sofía hizo suyo lucho hasta el último momento de manera incondicional
La Reina Sofía ha sido una consorte a la altura de la tarea. Casada por la obligación con el deber y enamorada de Harald de Noruega, junto al rey Juan Calos I ha recorrido un camino matrimonial difícil marcado por la infidelidad y el desprecio. Pero todo este panorama nunca le impidió cumplir con su papel más allá incluso del deber. Sofía tuvo que lidiar con el problema del alcoholismo de María de las mercedes de Borbón y Orleans, nada más y nada menos que la madre de Don Juan Carlos.
La emérita manejó la situación con la discreción propia de una reina, y aunque era sabido por muchos desde hace tiempo, Sofía nunca ha revelado ni una palabra sobre esta fuerte etapa que vivió María de las Mercedes y en la que ella, junto a su hermana Irene de Grecia, estuvo con un apoyo incondicional para que saliera de esta fuerte adicción que se había convertido en un problema para todos.
La depresión que desencadenó la adicción
La vida de María de las Mercedes, como la de muchas mujeres de la época, fue bastante difícil. Pilar Eyre realizó una biografía sobre la madre de Juan Carlos, llamada María La Brava, y aunque señala que no encontró mucha información referente a este asunto en su investigación, menciona algunos datos importantes. Amores extramaritales de su esposo que lloró en brazos de su amiga Angelita Rocamora, el deseo no cumplido de ser reina, y la trágica y detonante muerte de su hijo Alfonso, parecen haber desencadenado una serie de emociones que la llevaron a la depresión y a su vez al alcoholismo.
Cuando decidieron que era hora de atajar el problema era muy tarde. “Estaba prohibido comprar alcohol en Villa Giralda (…) Pero al final era inevitable. Se descubrió: las botellas entraban camufladas dentro de los libros”, menciona Eyre. Hasta que, según la periodista, vieron que era inminente tomar medidas mayores y considerando el problema “una enfermedad” que junto al doctor López Ibor decidieron que la solución era ingresarla para recibir tratamiento.
La relación de Sofía con su suegra
No mucho se conoce del vínculo que la reina Sofía tenía con su suegra, pero sí algunos detalles han sido públicos en su momento. Se presume que, durante esta dura etapa de la vida de María, Sofía buscó mejorar su calidad de vida y brindarle apoyo incondicional.
Pero también hay rumores que señalan que su relación no era la mejor. En una oportunidad le preguntaron a Eyre sobre este asunto, a lo que respondió: “La relación entre ellas nunca fue muy fluida e incluso tuvieron varios desencuentros”. Resalta una vieja anécdota en la que “Doña María decidió rapar el pelo a las infantas (Cristina y Elena), que entonces eran pequeñas, para que les creciera más fuerte y la Reina Sofía se alteró al ver a sus hijas así y le dijo que eso no podía suceder nunca más”.
Es difícil pensar en una sana relación con un alcohólico, y es posible que los rumores de una no tan buena relación entre Sofía y María se justifiquen en esto. Sin embargo y según parece, la reina emérita, pese a su difícil relación con Juan Carlos I, no dejó sola a su madre y la acompañó durante estos momentos de soledad, siendo pieza fundamental en las medidas tomadas para ayudarla a salir de un vicio que, hasta el momento, casa real prefiere no recordar.